La marca japonesa Mazda acaba de patentar un nuevo motor rotativo después de que la comercialización de un propulsor de este tipo finalizase en el 2012, con el cese de las ventas del deportivo Mazda RX-8 en Japón. No obstante, esta mecánica no estaría destinada a impulsar el vehículo, sino que su función sería la de generar energía para abastecer a un propulsor eléctrico.
Recordemos que el propio fabricante asiático descartó durante el pasado mes de diciembre la posibilidad del lanzamiento de un modelo -que presumiblemente se hubiera denominado RX-9- con un motor rotativo, si bien parece que la última patente de los de Hiroshima estaría destinada a formar parte de la mecánica de un coche eléctrico. Y es que, según desveló un directivo de la marca en el Salón de Ginebra 2017, éste estaría preparado para su lanzamiento en 2019.
En este sentido, Mazda podría utilizar un tipo de propulsión ya visto, por ejemplo, en BMW, ya que el BMW i3 REX -Range Extender- ya usa un pequeño motor de gasolina -de 1.5 litros y tres cilindros- que aumenta la autonomía eléctrica de este utilitario.
El nuevo modelo de Mazda estaría asentado sobre una plataforma completamente nueva y su aspecto exterior se situaría a caballo entre el SUV CX-5 y el prototipo RX Vision Concept; no obstante, se espera que su tamaño corresponda al de un vehículo del segmento B. Además, la utilización de materiales ligeros en su construcción sería una de sus señas de identidad -para hacer frente al elevado peso de sus baterías-.
Para terminar, este nuevo Mazda eléctrico representaría el punto de partida para una nueva gama de vehículos híbridos enchufables que llegarían a los concesionarios en el 2021.
