Era una mera cuestión de tiempo. La electrificación de los vehículos ha llevado a que mitos como el Porsche 911 vayan a tener su propia… versión híbrida. Se presentará en verano pero uno de sus principales rivales, el Mercedes-AMG GT, acaba de presentar su propia versión híbrida, denominada Mercedes-AMG GT 63 S E PERFORMANCE.
Lo hace tan sólo un mes después de que Mercedes-AMG presentará un ‘cabal’ motor de cuatro cilindros para su deportivo; eso sí, con ‘únicamente’ 422 CV. Pero lo de la versión híbrida del Mercedes-AMG GT va más allá de la más elemental sensatez: sus cifras son, absurdas, ridículas. Y es que, el Mercedes-AMG 63 S E PERFORMANCE toma la mecánica de su pariente, el Mercedes-AMG GT 63 SE Performance, para ofrecer una potencia conjunta de 816 CV y un par máximo de 1.420 Nm.
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Estas cifras se logran con la unión de un motor térmico V8 biturbo de 4.0 L que entrega, para empezar, 612 CV de 5.750 a 6.500 rpm; y la de un motor eléctrico que, conectado directamente al tren trasero, suma otros 204 CV a la ecuación. El resultado, gracias a Dios, está controlado mediante una transmisión automática de nueve velocidades unida al sistema de tracción total de la marca, que permite, llegado el caso, enviar toda la potencia al tren trasero…
Mercedes-AMG GT 63 S E PERFORMANCE: la mejor aceleración de un coche de la marca
A la hora de trasladar toda esta potencia al suelo, los resultados son abrumadores. De entrada, el Mercedes-AMG 63 GT S E PERFORMANCE acelera de 0 a 100 km/h en sólo 2,8 segundos. Una cifra ridícula que hace que este coupé sea el Mercedes de producción (dejando fuera a los monoplazas de la escudería alemana) con la mejor aceleración de la historia. Pero los datos de proporciones cuasi épicas no se quedan ahí: la velocidad máxima de este coche alcanza los 320 km.
Más allá de estas cifras, hay que señalar que, como buen híbrido, el Mercedes-AMG GT 63 S E PERFORMANCE equipa… una batería. De 6,1 kWh y que le proporciona 13 km de autonomía eléctrica. Un poco ridículo para un coupé de 816 CV, pero hay que señalar que este AMG incluye un cargador embarcado de 3,7 kW, por lo que si lo enchufas a un poste de recarga de la misma potencia, recargarás el coche al 100% en algo menos de dos horas.
Este sistema híbrido incluye hasta cuatro niveles de frenada regenerativa, seleccionables mediante un botón en el volante y que se unen a los nada menos que ocho modos de conducción, a la suspensión activa y, ya para rematar, al eje trasero direccionable; que gira las ruedas traseras en la dirección opuesta a la que lo hacen las delanteras a velocidades inferiores a 100 km/h… y en la misma dirección a más de esa velocidad.

Para más inri, la apariencia de este Mercedes-AMG 63 GT S E PERFORMANCE no es precisamente la de una versión Eco; ni mucho menos. Este híbrido ofrece exactamente la misma apariencia que el Mercedes-AMG GT, ya sea en su versión V8 o cuatro cilindros; y tan sólo se diferencia de los mismos por la presencia en la zaga de inscripciones en rojo, la presencia de las siglas E PERFORMANCE y, más allá, por equipar llantas específicas, más aerodinámicas. ¿Y la toma de carga? Bueno, en el paragolpes trasero…
