El Clase S es uno de esos vehículos que consigue que en tu cabeza se genere una duda: qué es mejor, llevarlo o que te lleven€ ¡Bendita duda! Lo que sí es seguro es que sea cual sea el lugar escogido, uno va a disfrutar del lujo y la comodidad. Nada más llegar a Toronto, lo primero que nos ´obligaron´ –bendita obligación- fue ponernos en la parte trasera de uno de los vehículos de la organización. Con el asiento del copiloto reclinado, el pasajero trasero cuenta con un espacio suficiente para estirar por completo las piernas. Estos e consigue gracias a los asientos Executive que cuentan con la particularidad de reclinarse y que ahora pueden llegar a los 43,5º en la carrocería larga.
Durante mi corta carrera he viajado varias veces en los asientos Bussiness de algunos aviones y tras montar en los de este Clase S€ ya les gustaría a los de las aerolíneas contar con ellos, no sólo por tener funciones como hasta seis tipos de masaje –uno de ellos basado en el principio de piedras calientes- o una ventilación reversible. Si no también por añadir un equipo de entretenimiento que incluye pantallas individuales en las que poder navegar, escuchar la música que se desee -independiente a la del conductor-, reproducir películas e incluso conectarse a internet.
El primer coche que se anticipa
Aunque si uno prefiere ponerse a los mandos, el Clase S es, igualmente, uno de esos coches que ´abruma´ por su calidad y perfección en cada detalle. El puesto de conducción es más parecido a un salón rodante que a un vehículo de calle, en donde lo preside una pantalla de 12,3 pulgadas –más grande que un iPad-, a la que acompañan una climatización con funciones de ambientación e ionización, un sistema de sonido surround Burmester, inserciones en madera, aluminio?
Pero si de algo están orgullos en Mercedes -además de su producto-, es de la sensación que transmite al rodar. Su chasis de aluminio, que ya supera el 50% del total, le ha permitido aligerar el peso en 100 kg y mejorar la rigidez de torsión. Además ha logrado rebajar el coeficiente aerodinámico hasta conseguir una cifra record en su segmento –Cx 0,24- que incluso se bate en la variante híbrida S300 BlueTEC –no llegará a España- con un Cx de 0,23.
Valores que se perciben sobre todo a la hora de rodar a altas velocidades ya que los ruidos aerodinámicos que se filtran en el interior son mínimos –también ayuda un perfecto ensamblaje de los materiales-. Porque el Clase S es un coche que nos permite ir muy rápido sin casi darnos cuenta. Ya sea con la variante 500 o con la 350 BlueTEC. La primera monta un motor V8 de 455 CV con la que acelera de 0 a 100 en 4,8 segundos y consume cerca de 8,6 l/100 km; mientras que la segunda se trata de un V6 de 258 CV que tarda 6,8 segundos en llegar a 100 km/h desde parado y consume 5,5 l/100 km. También hay una versión híbrida, S400, que une al motor de gasolina de 306 CV otro eléctrico de 27 CV y que le permite rebajar el consumo hasta los 6,3 l/100 km.
Durante la toma de contacto pudimos probar las dos primeras y, excepto por los 30.000 euros que les separan, pocas diferencias significativas se les puede sacar si uno rueda de forma tranquila. Eso sí, todos los S500 pueden equipar en opción el nuevo tren de rodaje Magic Body Control con el que gracias a una cámara delantera el vehículo es capaz de anticiparse a las irregularidades y modificar la amortiguación para hacerla más cómoda. Así, como pudimos comprobar, al llegar a un bache este se supera como si no hubiera nada, de tal forma que parece que estemos flotando, ya que mientras que nuestros cuerpo y nuestra mente están preparados para el típico bote, el coche pasa sobre él como si nada.
Seguridad mejorada
Un sistema que se complementa con otros tantos de seguridad como el programador de velocidad activo –Distronic Plus– o el Pre Safe Plus. El primero posee una nueva función denominada Stop&Go Pilot con el que el nuestro coche sigue al que le precede de forma totalmente automática, manejando el acelerador, freno y la dirección –aunque en este caso siempre hay que tener colocadas las manos sobre el volante-, siempre y cuando no se superen los 30 km/h.
El segundo, por su parte, es capaz de reconocer peatones y frenar automáticamente –hasta 50 km/h- para evitar un posible atropello, o en el caso de que estemos parados, avisar al coche que nos sucede –mediante la activación de las luces de emergencia- e incluso anclar nuestros frenos para evitar un posible desplazamiento en el caso de que ´entienda´ que va a haber un impacto inminente. Elementos que se pueden equipar como opción y que se suman a los precios de salida siguientes:
S350 BlueTEC | 91.900 euros |
S400 Hybrid | 95.400 euros |
S500 | 122.419 euros |
S350 BlueTEC Largo | 93.300 euros |
S400 Hybrid Largo | 97.500 euros |
S500 Largo | 125.501 euros |