Un informe presentado por Faconauto sobre el parque automovilístico revela una doble cara en el mercado español: por un lado, un notable avance en Madrid como eje tractor y apoyado más ligeramente por Baleares, Cataluña y Comunidad Valenciana, y por otro, un preocupante envejecimiento generalizado en otras comunidades.
Madrid brilla con una media de 11,5 años, y recibe el apoyo de Baleares, la Comunidad Valenciana y Cataluña, que se sitúan también por debajo de la media nacional, pero en cifras cercanas a los 14 años. En el lado opuesto, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla encabezan el ranking negativo con una edad media de 17,7 años, seguidas de cerca por Castilla y León (16,6 años), Extremadura y Galicia (ambas alrededor de 16,3 años).

Este envejecimiento se ha visto agravado por la notable caída en la matriculación de vehículos nuevos tras la pandemia, que ha reducido drásticamente la proporción de coches de menos de cinco años a tan solo un 16% en turismos y comerciales. Mientras, uno de cada cuatro turismos de nuestro parque tiene más de 20 años. España sigue con el freno de mano en la modernización de su parque automovilístico.
Con una edad media de 14,5 años, nuestros coches no solo están entre los más viejos de Europa, sino que penalizan los desafíos referidos a calidad del aire. Más de 8,4 millones de vehículos de nuestro parque aún no tienen distintivo ambiental -etiqueta-. El envejecimiento no solo afecta a turismos: los vehículos industriales ya alcanzan una media de 15,1 años y los comerciales ligeros superan los 14,7 años.
Diésel y gasolina siguen dominando el parque automovilístico
A pesar de la aparente fiebre por la electrificación, los datos pintan un panorama preocupante. El 52,4% de los turismos sigue siendo diésel y el 39,2% gasolina. Los vehículos electrificados (híbridos y eléctricos puros) apenas suman un 6,8% del total, una cifra muy por debajo de los objetivos europeos. Por su parte, los autobuses muestran un pequeño avance, con una cuota de electrificación del 2,7%, pero los camiones e industriales siguen anclados en tecnologías fósiles.
Ante esta situación, Faconauto vuelve a lanzar un SOS al Gobierno: propone un plan estructural de tres años con incentivos fiscales para empresas y ciudadanos, así como ayudas directas en 2025 para retirar los vehículos más antiguos y contaminantes de las carreteras.
El reto para Faconauto y para el sector es claro: si España quiere cumplir sus compromisos de descarbonización y dejar de ser el «cementerio de coches de Europa», necesita medidas urgentes. Y mientras tanto, el tiempo pasa…
