Sin aparentemente mucho sentido, las marcas premium van sacando nuevos segmentos que más tarde le dan la razón de su apuesta con su éxito. En esas se encuadra el BMW X4, un SUV coupé compacto lanzado tras comprobar que el concepto del X6 –SUV coupé grande- tenía ‘gancho’, que ahora estrena un nuevo motor encuadrado en la familia M Performance –antesala de la división M- que le otorga prestaciones de auténtico deportivo.
El X4 M40i monta el mismo propulsor que el X4 xDrive35i, un bloque 3.0 biturbo de 6 cilindros, pero con modificaciones propias para llegar a los 360 CV, algo que no consiguen el 340i ni el 740i, también portadores de este motor –ambos se quedan en los 326 CV-. La caja de cambios para esta variante deportiva es una automática de 8 velocidades, que se asocia a la tracción total xDrive. Por tanto, parece que entre sus competidores más directos estarían el Mercedes-Benz GLE Coupé 450 AMG y el Porsche Macan S.
La máxima potencia del X4 M40i está disponible entre las 5.800 y las 6.000 rpm, mientras que el par máximo, de 465 Nm, se entrega a partir de las 1.350 rpm, desde donde sube alegremente hasta las 5.250. Su potencia le catapulta de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, y la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h. Por su parte, el consumo mixto homologado se cifra en 8,6l/100km, emitiendo 199g/km de CO2 a la atmósfera.
Para dominar toda esta fuerza, se le ha dotado con una mayor puesta a punto del chasis, frenos más potentes, nuevas barras estabilizadoras y el sistema DCC, que regula dinámicamente los amortiguadores y que, junto a todo lo anterior, mejora su maniobrabilidad y reduce su balanceo.
Las variaciones estéticas incluyen detalles en ‘Gris Ferrigrey’, una salida de escape en negro y un pack M ya conocido –paragolpes, taloneras, llantas…-. Interiormente, el volante, los asientos deportivos y el pomo del cambio son propios de M, además de una insignia en el cuadro de instrumentos que señala el modelo –X4 M40i-.
