Otoño es época de setas -si llueve, claro-. Y, como los montes con las setas, el segmento de los SUV de unos 4,2 m de largo ha empezado a superpoblarse de forma escandalosa. Sólo en los últimos meses hemos visto la llegada de modelos como los Hyundai Kona, Citroën C3 Aircross, Kia Stonic, Seat Arona, Skoda Karoq o Volkswagen T-Roc.
En realidad, todos apuestan por la misma historia: tomar una plataforma y motores ya existentes y ponerle una atractiva carrocería de aspecto campero que, por tamaño, se sitúa a medio camino entre un urbano y un compacto tradicionales. Con esto, pueden presumir de todo lo que se le supone a un ‘4×4’: una postura de conducción más elevada que mejora la visibilidad y crea una falsa sensación de seguridad, un interior bastante práctico, y un equipamiento con lo último de los compactos más vendidos. Y, como ocurre con los móviles de última generación, se acaba generando una extraña necesidad de tener uno.
En el caso del Kona, completa la gama SUV de Hyundai, que ya cuenta con el Santa Fe -4,69 m, desde 30.015€-, el Tucson -4,47 m, desde 20.700€- y hasta el i20 Active -4,07 m, desde 15.195€-, una versión sobreelevada del i20. Frente a sus rivales, destaca por cómo va, pero no es de los más espaciosos ni cómodos.
Hasta la llegada de los motores diésel en 2018 -con 115 y 136 CV-, la gama está formada por dos propulsores gasolina. El 1.0 de 120 CV sólo puede tener tracción delantera y cambio manual de seis marchas, mientras que el 1.6 de 177 CV únicamente se ofrece con tracción total y cambio automático. Hay cuatro acabados: Essence, Klass, Tecno y Style.
Con el nivel de equipamiento Klass, el de esta prueba, el Kona cuenta de serie con un equipo de audio con Mp3, seis altavoces y pantalla táctil de 7″, Bluetooth, tomas auxiliares y USB, y Apple CarPlay y Android Auto para poder manejar diferentes apps del móvil desde la citada pantalla central.
Interior: clásico pero agradable
El interior del Kona tiene un diseño similar al de otros Hyundai, destacando la pantalla táctil de 7″ en color. La calidad es buena por ajustes y remates, pero emplea plástico duro en todo el salpicadero o los paneles de las puertas. El tacto de los mandos es agradable, y la iluminación interior, con puntos delante y detrás, no está mal.
El puesto de conducción está bien resuelto y no cuesta encontrarse a gusto -el asiento se regula en altura; el volante, en altura y profundidad-. Se va con las piernas menos estiradas y más alto que en un i30, algo que mejora la visibilidad y el acceso para personas mayores, por ejemplo. La distribución de mandos es lógica; sólo navegar por la pantalla central requiere un poco más de atención.
Las plazas traseras están un poco por debajo de la media en anchura y espacio para las piernas. Aun así, dos adultos pueden viajar bien, siempre que no superen los 1,75 m. Tres sillitas de niño no caben salvo que utilicemos dos RiveMove -dispositivos que permite ganar hasta 14 cm para los anclajes Isofix-.
En marcha: más ágil y estable que cómodo
El Hyundai Kona emplea una plataforma derivada de la del i30, si bien esta versión 1.0 T-GDI sustituye la moderna suspensión multibrazo -que sí utiliza el Kona 1.6- por una más tradicional de eje torsional.
La suspensión tiene un tarado más firme que en el i30, y eso se traduce en que las irregularidades del asfalto se perciben en el interior con más nitidez. No llega a ser seca ni especialmente incómoda, pero sí sorprende por lo bien que contiene los movimientos de la carrocería en curva o, incluso, cuando se pisa un bache en pleno apoyo. Gracias a eso, el Kona se sitúa entre los más ágiles y estables de su segmento.
El motor 1.0 T-GDi de 120 CV destaca por ofrecer un buen empuje, y eso que se nota cierto retraso en la respuesta del turbo, especialmente por debajo de 2.600-2.700 rpm. Pese a ello, no tiene problemas para rodar sin problemas por autopista o afrontar adelantamientos en carreteras secundarias. Consume relativamente poco si se trata con mimo el acelerador, pero lo normal es moverse cerca de los 7,0 l/100 km. No es más ruidoso ni vibra más que otros motores de gasolina pequeños.
El cambio manual de seis marchas tiene un tacto suave y es preciso. La dirección permite guiar con facilidad al Kona, pero transmite poca información en curva; quizá con un poco más de firmeza, podría mejorar, pero tampoco se tarda en acostumbrarse a ella. Los frenos son suficientes para el peso y las prestaciones del coche.
Los detalles del Hyundai Kona
- Correctos: Los faros principales, ubicados en el hueco inferior, son halógenos y emplean proyectores. Su iluminación es correcta por profundidad y regularidad. Por diseño, recuerdan demasiado a los del Citroën C3.
- En la esquinita: Los intermitentes laterales están alojados en el borde de los retrovisores.
- A mano: Las tomas USB y de 12V van ubicadas junto al cambio, y cuentan con un generoso hueco para dejar el móvil.
- Detalle campero: El Kona tiene control de descenso, un sistema electrónico que limita la velocidad en bajadas pronunciadas a 8 km/h. Se activa pulsando este botón.
- Clarita: La instrumentación es similar a la que emplea, por ejemplo, el i30. Cuenta con un display central para ubicar un completo ordenador de a bordo.
- Colores: El Kona está disponible en 10 colores, y sólo el Velvet Dune -un gris oscuro- no tiene sobrecoste. El resto cuesta 400 euros.
- Llantas: La terminación Klass cuenta de serie con unas llantas de 16″ de aleación y no puede llevar otra medida en opción. Incluye unos neumáticos Hankook Kinergy Eco2 en medida 205/60-16 -130€/ud. aproximadamente-. Dan buen resultado.
- Faros: Los pilotos traseros están divididos en dos grandes grupos; los intermitentes quedan un poco bajos y algo expuestos a posibles golpes.
Veredicto (4****/5)
El Hyundai Kona destaca más por cómo va y por su diseño que por ser el más cómodo o espacioso. Por precio, está en la media, pero va bien equipado de serie.
Ficha técnica Hyundai Kona 1.0 T-GDI 120 Klass
Motor | Gasolina, turbo, 3 cil. en línea, 998 cc |
Potencia | 120 CV (88 kW) a 6.000 rpm |
Par | 172 Nm de 1.500 a 4.000 rpm |
Tracción | A las ruedas delanteras |
Caja de cambios | Manual de seis velocidades |
Frenos del./tras. | Discos ventilados/discos |
Dimensiones | 416 x 180 x 156 cm |
Peso | 1.308 kg |
Neumáticos | 205/60 R16 |
Maletero | 361 litros |
Depósito de combustible | 50 litros |
Velocidad máxima | 181 km/h |
0-100 km/h | 12,0 segundos |
Consumo medio | 5,3 l/100 km |
Equipamiento (Klass) | 6 airbags, ESP, llantas de 16″, faros antiniebla, control de velocidad, volante multifunción, ordenador, Bluetooth, USB+Aux., control de presión de neumáticos, aviso de cambio de carril involuntario, sistema de frenada de emergencia y de detección de fatiga, cámara trasera con sensor de aparcamiento, etc. |