En los años 60, Renault fabricó varios prototipos 4×4 para el ejército francés. A estos modelos les siguieron otros de calle como el Rodeo o el 4/4, que marcaron un hito entre los aficionados al todo terreno del país vecino. Sin embargo, a principios de los 90, la marca decidió abandonar este segmento… hasta ahora.
Con el RX4, Renault ha vuelto a coger el pulso a este tipo de vehículos, cada vez más demandados por el usuario. Basándose en el monovolumen con más éxito de nuestro mercado, el Scénic, la marca francesa ha inventado este nuevo concepto con un objetivo: cumplir en todo tipo de terrenos. La pregunta está servida ¿lo han conseguido o se quedan por el camino?
Por dentro y por fuera
Las diferencias visibles con su hermano, el Scénic “de asfalto”, saltan a la vista y le dan una imagen propia. Es bastante más grande -12 centímetros más alto y casi 30 más de largo, debido a la rueda de repuesto ubicada en el portón trasero-, y tiene unos amplios paragolpes, lo que junto a las enormes ruedas constituyen sus principales señas de identidad.
Las principales virtudes del Renault aparecen al introducirnos en su interior. Quienes lo diseñaron pensaron, acertadamente, que su habitáculo tenía que estar hecho por y para agradar a los ocupantes. La comodidad de sus asientos -aunque no sujetan demasiado-, la correcta calidad de sus acabados, la increíble cantidad de huecos portaobjetos -parece mentira que quepan tantos “trastos”- y su amplio equipamiento de serie definen su gusto por agradar a quienes viajen a bordo. Además, a todo ello hay que añadir la prácticamodularidad de su interior, que es capaz de transformar su maletero de 410 litros en otro de 1.800 con sólo extraer los asientos traseros. A esta cifra se suman otros 110 litros de capacidad que contabilizan los muchos huecos y bandejas portaobjetos distribuidos por el interior del habitáculo.
Cómo va
Para esta versión se ha elegido un moderno y eficaz motor turbodiesel de 105 CV. Una mecánica que se añade a la ya existente de gasolina de 140 CV. Frente a ésta, aunque hay que pagar 125.000 pesetas más por ella, el agrado de conducción es mucho mayor. Se nota en que no tenemos que estar cambiando continuamente de marchas cuando el fastidioso camión nos frena y obliga a tener que reducir la velocidad. Nos subimos -nunca mejor dicho- al RX4 con ganas de abandonar cuanto antes la ciudad. Maniobramos con cuidado para salir del aparcamiento -la rueda de repuesto trasera nos puede jugar una mala pasada al calcular las distancias- …y ya estamos en la calle. En la jungla urbana, su elevado puesto de conducción nos permite una mejor visibilidad. Ya en carretera, la respuesta del nuevo motor dCi es realmente buena y permite al RX4 mantener velocidades de crucero legales sin esfuerzo y conservando una buena reserva de potencia. Pero, si exprimimos sus posibilidades al máximo, la única pega es que tendremos que “sufrir” demasiado ruido de la mecánica.
Por otra parte, su mayor peso con respecto a la versión de dos ruedas motrices de la familia Scénic se deja notar en los consumos, aunque durante nuestra prueba obtuvimos un consumo medio de 10,2 l/100 km, con una utilización que combinó la circulación por ciudad, campo y carretera. No está mal para un coche de peso elevado y buenas prestaciones. Si lo traducimos en autonomía, quiere decir que con un sólo depósito podemos cubrir una distancia de unos 480 kilómetros. Otro cantar es si nos desplazamos con él por el campo. Su hábitat natural son las pistas en buen estado y con desniveles poco pronunciados. Sobre este tipo de firmes es donde más podremos disfrutar de la elevada comodidad que ofrecen sus suspensiones. Cuando el terreno se complica, la primera velocidad tiene un desarrollo demasiado largo y, además, no contamos con la ayuda de una reductora, lo que nos obligará a emplear más de la cuenta el embrague para resolver sin contratiempos esta situación. ¿Qué tenemos entonces por casi cuatro millones? Sin duda, un poco de todo pero, sobre todo, un vehículo para divertirse… sin pasarse de la raya.
Veredicto
Original y compacta imagen, simbiosis entre monovolumen y todo terreno. Amplio, confortable y bien equipado. Detalles como la tapicería resaltan su origen de monovolumen poco aventurero. Agradable conducción si la agilidad no es un requisito. Al volante resulta algo pesado tanto en carretera como en campo.
Lo que otros no te cuentan
La mochila. Si pinchamos, descubrir su tapa y descolgar la rueda será todo uno ya que aquella no es muy pesada, pero hay que estar atentos al manejarla. La falta de un asidero que facilite su manejo hará que nos pongamos perdidos.
Alturas a elegir. La bandeja -de serie- resulta, algo incómoda en su manejo, pero permite diferentes alturas y distintas posibilidades de transportar nuestro equipaje. La posición más baja dejará nuestras cosas a la vista de los amigos de lo ajeno.
Carácter poco excursionista. El RX4 goza de una transmisión admirable, realizada por el especialista austriaco Steyr Puch, una marca de sobra conocida por sus resultados con el Mercedes Clase G. Sin embargo, en esta ocasión, este trabajo queda empañado por la inadecuada elección de los desarrollos del cambio. Baste destacar que la primera resulta excesivamente larga y poco eficaz en situaciones off road, por lo que nos veremos obligados a superar los obstáculos a fuerza de habilidad más que de mecánica y tecnología.
Tecnología punta para su transmisión. Renault ha desarrollado uno de los sistemas 4×4 mejor pensados del mercado. Su mayor virtud reside en que, normalmente, se comporta como un tracción delantera y sólo cuando es necesario y el terreno se complica se envía fuerza de forma automática al eje posterior. Así no se mueven continuamente elementos mecánicos innecesarios y se controla el consumo. Sin embargo, en el campo la respuesta de su motor -demasiado rutero- limita la eficacia final de este interesante sistema de tracción engranable
Ficha técnica y gama
Rivales
LAND ROVER FREELANDER 2.0 Td4S, DUELO A MUERTE
Precio: 4.425.000 pesetas
Potencia: 112 CV
Velocidad máxima: 164 km/h
Consumo: 7,6 l/100 km
Tamaño: 438 x 180 x 175 cm
Maletero: 371 litros
De momento, el único rival del RX4 dCi es este aventurero inglés que acaba de ponerse al día. Ahora cuenta con un motor de origen BMW con 2 litros de cilindrada y 112 caballos. Su precio es bastante más elevado que el del Scénic, pero está equipado a tope y resulta mucho más apto para salirse del asfalto, gracias a un sistema de tracción total más elaborado o al control de descenso de pendientes.
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