El Seat 850 Sport, que se puso a la venta en España en 1969, era la segunda evolución del 850 Spider de Fiat, que había sido presentado en el Salón de Ginebra de 1968, al que se le modificó la parte delantera -pierde sus faros inclinados- y se sustituye el motor, de 843 cc, por otro más potente de 903 cc, que luego acabaría utilizando otro modelo de Seat, el 127.
¿Y cuántos se fabricaron?
Se calcula que, entre 1969 y 1972, Seat fabricó 3.000 unidades en su cadena de montaje de Zona Franca, en Barcelona.
La marca consiguió vender todas ellas, ya que era el único coupé descapotable disponible en España -hasta 1980 estuvo prohibido importar vehículos extranjeros, excepto en Ceuta y Melilla-.
Fuera de nuestro país, sus rivales eran el Triumph Spitfire y el Honda S 800.
La versión deportiva…
El Spider 2000, fue creado por el preparador Juncosa sobre la base del 850 Sport. Se presentó en el Salón de Barcelona de 1972 y se ofrecía con motores de gasolina de 1.608 y 1.748 cc de 149 y 161 CV, respectivamente.
Esta mayor potencia, unida a una suspensión reforzada, ruedas de 8 pulgadas de ancho -tres más que las normales-, y un cambio de cinco velocidades Abarth sin sincronizar, hacían del Seat Sport preparado por Juncosa un automóvil aún más deportivo, pero que conservaba tanto su estilo exterior, como el interior.
¿Por qué era exclusivo?
Sus dos únicas plazas, su condición de descapotable -con capota de lona o techo rígido- y carrocería de Bertone le hacían pasar como un coche elitista e ideal para presumir; en otras palabras, y como rezaba su catálogo: «Un automóvil que encanta».
Por dentro
Lo primero que llamaba la atención era su panel central de formica -material que imita a la madera– así como su cuadro de mandos, muy completo: con cuentarrevoluciones, un indicador de la temperatura del aceite… y la moqueta del suelo -en rojo o negro- a juego con el resto de la tapicería.
Eso sí, nada fuera de lo normal, comparado con los equipamientos de otros deportivos de la época.
Así iba
La prensa especializada cronometró 146 km/h de velocidad máxima y una aceleración 0 a 1.000 metros en 38 seg.
En cuanto a lo que gastaba, el 850 Sport consumía 9,39 litros cada 100 km en ciudad y entre 7,5 y 10 litros en carretera, según el estilo de conducción.
Conclusión
Se trataba del primer deportivo descapotable construido por Seat que, como se leía en el anuncio que la marca insertaba en la prensa: «resistía cualquier prueba».
Era un automóvil con un exterior muy llamativo y buenas prestaciones, pero demasiado exclusivo, ya que sólo tenía dos plazas y un equipamiento que no estaba a la altura de su elevado precio; algo que le situaba como un coche de capricho para ricos, muy pocos en la España de entonces.
Lo bueno… A pesar de su encanto, el 850 Sport era un verdadero deportivo y lo demostraba en su comportamiento en carretera; la prensa especializada destacó sus prestaciones y frenos. Además, su estética era muy atractiva y el consumo no muy elevado.
Y lo malo… Entre los inconvenientes destacaban su habitáculo reducido, acabado algo pobre -ni aire acondicionado ni elevalunas eléctrico- y un parabrisas tan bajo que, con la capota quitada, no protegía bien de las corrientes de aire; así como su elevado precio o su baja postura de conducción.
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FICHA TECNICA
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