El pasado 12 de marzo, durante las jornadas ‘Somnolencia y Conducción’ organizadas por el Colegio de Médicos en Cantabria, Pere Navarro desvelaba que la DGT instalaría 88 nuevos radares en nuestras carreteras a lo largo de 2024.
Estos nuevos radares, que incluyen, por ejemplo, uno de los radares de tramo más largos de España, se sumarán así a los 2.941 cinemómetros que ya funcionan en toda España. Pero Pere Navarro no había indicado dónde se ubicarían, una información que sí reveló el director de Tráfico ayer mismo, durante la la presentación de un estudio de la Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera (AEC) y que indicaba que una inversión de 1.800 millones de euros permitiría salvar 300 vidas al año (puedes descargarlo y leerlo aquí).
Dónde se ubicarán los nuevos 88 radares de la DGT
Durante la presentación del mismo, Navarro explicó que de esos 88 nuevos radares, de los cuales un 60 % serán de tramo (descubre cómo funcionan) y el 40 % restante, fijos; “la mayoría van a [colocarse en las] carreteras secundarias, que es donde en este momento tenemos el problema y donde debemos concentrar los esfuerzos”.
Navarro subrayó la importancia de “trabajar en la carretera convencional” si “queremos reducir las víctimas en este país”, recordando que estas vías concentran de tres de cada cuatro siniestros mortales.
La siniestralidad en las carreteras secundarias, un problema
Las carreteras secundarias, según cita el estudio de la Fundación Mapfre y de la AEC con datos de 2021, suman en nuestro país 148.370 kilómetros, esto es, el 89% del total de las vías (17.565 kilómetros de vías en España son de alta capacidad, como autovías y autopistas). Pese a que por las carreteras secundarias sólo circula el 35% del tráfico, estas vías concentran el 66,16% de los siniestros de tráfico con heridos o fallecidos y, si hablamos únicamente de fallecidos, más del 72% de las víctimas mortales en accidentes interurbanos.
Por su parte, Navarro ha recordado que el 42% de los accidentes mortales en nuestro país están causados “por salidas de la vía, y tres de cada cuatro son en carreteras secundarias”, indicando asimismo que “más de la mitad de los atropellos en carretera [se dan en] carretera convencional”.
Un problema que no se restringe a los automóviles, sino que es extensivo a los vehículos de dos ruedas. Tal y como ha señalado el director de la DGT: “tenemos un problema con las motos […]. Tenemos 450 motoristas fallecidos cada año, 300 en carretera, y tres de cada cuatro son en vías secundarias”.
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