Ocho coches a los que se recuerda por su apodo… y no por su verdadero nombre

Andrés Martínez
Andrés Martínez
Hay coches que pasan a la historia por su diseño, por sus prestaciones o por ser revolucionarios. Pero si hay algo que hace especial a los modelos de este reportaje es su mote.

La RAE define mote como un “nombre que se da a una persona en vez del suyo propio y que, generalmente, hace referencia a algún defecto, cualidad o característica particular que lo distingue”. 

Si quieres un coche nuevo con descuento haz click aquí

Una definición que también sería extensible al mundo del motor. Un sector repleto de coches brillantes a los que se recuerda más por su mote o apodo que por su verdadero nombre. Y también de coches populares y humildes que se ganaron un sobrenombre cariñoso, a cambio de ofrecer una impecable hoja de servicios a sus dueños. 

Y por qué no decirlo; también hay motes con un punto de maldad, como puedes comprobar en este reportaje. Así que si tienes unos minutos y ganas de pasar un buen rato, deberías seguir leyendo.

Renault 5 «Culo Gordo»

Renault 5

El Renault 5 supuso un punto de inflexión en el desarrollo de los coches de competición. Hasta su aparición, lo habitual es que los coches de carreras se desarrollaran a partir de vehículos de serie. Sin embargo, para el desarrollo del Renault 5 Turbo el procedimiento fue el inverso: primero se diseñó el coche de competición y se utilizó como base para desarrollar la versión de calle.

Eso implicó que, mientras que los Renault 5 convencionales llevaban el motor en posición delantera, en las versiones Turbo se ubicó en posición trasera, algo que obligó a ensanchar considerablemente el eje trasero… ganándose el apodo de «culo gordo«.

Citroën «Tiburón»

Citroën DS

Este Citroën es, sin duda, uno de los coches más innovadores de la historia, gracias a que 1967 ya incorporó elementos como luces adaptativas, dirección asistida, suspensión hidroneumática, etc

No obstante, fue su estética rompedora, obra de Flaminio Bertoni y Robert Opron, la que le hizo ganarse el apodo de Citroën Tiburón, ya que su estética recordaba a la de un escualo.

Mercedes-Benz «Alas de Gaviota»

Mercedes-Benz 300 SL

Son muchos los fans de la marca que consideran al Mercedes-Benz 300 SL como el automóvil más icónico de la firma alemana… y el primer superdeportivo de la historia. Y no es para menos, ya que cuando se presentó en 1954 su motor 3.0 de 243 CV le permitía alcanzar la friolera de 245 km/h un dato de otra galaxia para un coche de calle de mediados de los años 50. 

En cualquier caso, si hay algo por lo que este coche es recordado es por el espectacular sistema de apertura de sus puertas, que le ha servido para ganarse el apodo de Alas de Gaviota. Otro de sus sobrenombres fue el de widowmaker (coche de las viudas), ya que sus prestaciones lo convertían en un coche delicado en manos inexpertas.  

Seat «Bocanegra»

Seat Bocanegra

Probablemente no sepas lo que es un Seat 1200 Sport, pero… ¿a qué la situación cambia si nos referimos a él como Seat Bocanegra? Sin duda su rasgo estético más particular, un frontal de recubierto de plástico negro, terminó con un nombre para la historia.

Por lo demás, el Bocanegra inauguró una nueva era en Seat, ya que fue el primer automóvil de la marca que se desarrolló alejado del paraguas de Fiat. Este pequeño deportivo se desarrolló en colaboración con la empresa de Tarrasa Inducar, a partir del Seat 127 y estuvo dotado de motores 1.2 de 67 CV y 1430 de 77 CV.

Renault «4 Latas»

Renault 4

Cuando el Renault 4 llegó al mercado lo hizo con un eslogan publicitario que los más veteranos tal vez recuerden: «Renault 4, su belleza es su mecánica»

Y es que, comparado con la competencia este Renault no era bonito y tampoco especialmente avanzado. Incluso, lo fina que era la chapa de la carrocería hizo que se le conociera con el sobrenombre 4  Latas.

Eso sí, el paso de los años y los kilómetros demostró que el slogan de Renault iba en serio: el 4 Latas era un coche muy barato de mantener y prácticamente indestructible, del que sus propietarios se sentían tremendamente orgullosos. 

Mercedes-Benz «Lola Flore

Mercedes-Benz 170D

Existe la creencia popular de que el Mercedes-Benz 170D se ganó el apodo de Lola Flores por ser el coche que utilizaba la popular artista española. Sin embargo, la historia de este mote tiene más que ver con su mecánica. 

Este modelo fue el primer turismo que Mercedes-Benz lanzaba al mercado con motor diésel. Concretamente un motor de 40 CV con una sonoridad elevada y, que al ralentí, emitía un sonido similar al de unas castañuelas… como las que utilizaba Lola Flores en sus actuaciones. De ahí, el apodo de Mercedes Lola Flores.

Renault Dauphine, «el coche de las viudas»

Renault Dauphine

Aunque el mote de «El coche de las viudas» ha sido recurrente en el mundo del motor, sobre todo en su vertiente inglesa «widowmaker», en España el encargado de hacerlo popular fue el Renault Dauphine.

Este mote tuvo su origen en una conjunción de factores un tanto desafortunada. Por un lado, su configuración mecánica que combinaba un motor en posición trasera y una suspensión trasera oscilante, en la que se modificaba la caída de las ruedas en los apoyos fuertes, dificultando su conducción en zonas viradas.

Por otro lado, en la España de los años 50, las carreteras presentaban serias deficiencias y grandes carencias de mantenimiento, hasta el punto de estar entre las más peligrosas de Europa. De hecho, en otros países europeos este Renault nunca tuvo fama de peligroso.

Talbot «Chorizon»

Talbot Horizon

En la década de los 80, Talbot era una marca muy popular en España y uno de sus coches más exitosos era el Talbot Horizon. Un modelo que utilizaron los cuerpos de seguridad del estado. De ahí, que en España se le conociera como el coche para llevar chorizos, o Talbot Chorizon.

 

Renault 5