La histórica llamada a revisión en Estados Unidos afecta a unos 16 millones de vehículos por defectos en el airbag frontal del pasajero, y a más de 17 millones de vehículos por el airbag del conductor. Los vehículos afectados son de las marcas BMW, Chrysler, Daimler Trucks, Ford, General Motors, Honda, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Subaru y Toyota.
El fabricante japonés de componentes Takata ha aceptado llamar a revisión más de 34 millones de vehículos en Estados Unidos, al reconocer que los airbags que instaló son defectuosos y pueden provocar graves lesiones. El Departamento de Transporte y la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA) aseguró durante una conferencia de prensa en Washington, que Takata «ha reconocido los problemas y ha aceptado realizar la mayor llamada a revisión de la historia del automóvil».
Por su parte, la compañía japonesa, ha reconocido que los airbags defectuosos, producidos en una planta que tiene en Méjico, cuentan con infladores defectuosos que, en condiciones de elevada humedad y temperatura, pueden explotar cuando se activan, causando graves lesiones a los ocupantes del automóvil. «El problema se concentra en el gas utilizado como propulsor, que puede degradarse con el paso del tiempo», aseguran en Takata.
El Secretario de Transporte, Anthony Foxx, junto con la ayuda de la NHTSA han estado presionando a Takata para que ampliase la llamada de revisión, pero las autoridades estadounidenses se habían encontrado con una obstinada resistencia por parte del fabricante japonés. No en vano, la NHTSA ha indicado que el defecto ha causado «rupturas que han sido responsables de seis muertes en todo el mundo».
«Desde el principio, nuestro objetivo ha sido simple: un airbag seguro en cada vehículo. Los pasos que estamos tomando hoy representan un significante progreso hacia ese objetivo», explicó el Director de la NHTSA, Mark Rosekind.