Estéticamente, estamos ante un coupé clásico, con unas proporciones en las que el habitáculo es pequeño comparado con el largo capó y la tapa del maletero. La parrilla cromada está flanqueada por dos grupos ópticos con iluminación diurna LED, en ambos casos en forma de T tumbada. En los laterales, las líneas de cintura altas y las llantas de 21 pulgadas dotan al Concept Coupé de un aspecto más fantasioso y menos propio de un coche de calle. Detrás, encontramos dos salidas de escape, una a cada lado de la carrocería, y los pilotos traseros en forma de cuña son un homenaje al clásico Volvo P1800.
La madera y el cuero oscuros inundan el interior, marcado por un túnel central que divide el habitáculo. La gran pantalla táctil central proporciona toda la información que necesitemos sobre el vehículo. De momento, el prototipo sólo es un biplaza; eso sí, con dos asientos baquet. Su sistema de conducción autónoma es capaz de hacer el trabajo por el conductor en determinados momentos.
La mecánica híbrida del Concept Coupé entrega en total 440 CV y más de 600 Nm. Estamos ante un híbrido enchufable del que Volvo no ha facilitado una cifra de autonomía eléctrica. El motor 2.0 de gasolina sobrealimentado de en torno a 400 CV está unido al eje delantero, mientras que el eléctrico transmite todo su empuje al eje trasero.
El Volvo Concept Coupé está concebido sobre la plataforma SPA -`Scalable Product Arquitecture´-, de donde tienen que salir todo tipo de modelos -se estrenará en el XC90 de 2014-. La marca aún no ha decidido si llegará a venderlo.