Nuevo BMW 128ti 2021: primera prueba en España

Hace unos meses, tuvimos ocasión de probar una unidad de desarrollo del BMW 128ti, pues incluso todavía estaba un poco camuflado. Ahora ya hemos tenido una primera toma de contacto con el definitivo.
El 128ti es el coche que ha creado BMW para ofrecer un rival directo del VW Golf GTI. Con sus 265 CV, no es el Serie 1 más potente, para eso ya está el M135i de 306 CV. Además, a diferencia del M135i, el 128 ti sólo tiene tracción delantera, mientras que su hermano de gama la tiene a las cuatro ruedas. Sin embargo, el 128ti sí tiene un planteamiento más deportivo que el resto de sus hermanos de gama y, como veremos, incluso también ofrece un poquito más de tacto deportivo que el VW Golf GTI.
Así es por fuera
El 128ti lleva de serie unas llantas de 18 pulgadas (las puedes elegir completamente en negro o mezclando negro y aluminio brillante, sin sobrecoste), pero también puede equipar unas de 19 pulgadas por 800 euros. En este caso, emplea las de 18″, y el modelo elegido es el Michelin Pilot Sport 4; si optas por las de 19″, el modelo es el 4S de Michelin, que es un poco más deportivo. Otros detalles que le diferencian son los detalles en rojo anaranjado de serie que encontramos en los paragolpes (que puedes quitar sin sobrecoste) o los logos TI en los laterales. Por lo demás, su apariencia es muy similar a la de cualquier otro Serie 1 al que se le ponga en opción un pack M.
Como los demás Serie 1, el 128ti también se ofrece únicamente con una carrocería de cinco puertas y, por el momento, no está previsto que haya otra variante 28ti con la carrocería del Serie 2, por ejemplo.
Así es por dentro
En el interior, pasa lo mismo que en el exterior. Las principales diferencias son las costuras en rojo o, los asientos deportivos con una tapicería específica y el bordado de «ti» en el reposabrazos central, detalles que también se pueden pedir que los quiten de fábrica sin coste.
Independientemente de eso, en el interior se respira esa deportividad típica de BMW y la postura al volante, aunque a mí me gustaría ir sentado todavía más bajo y con las piernas más estiradas, es muy buena.
En lo demás, no hay variaciones respecto a otros Serie 1: buena calidad de acabados, una instrumentación digital configurable que podría ofrecer más información o, al menos, facilitar más su consulta, una pantalla central relativamente fácil de manejar gracias al mando giratorio central, unas plazas traseras en la media del segmento (vamos, buenas para dos adultos, justas par tres) y un maletero también en la media con 380 litros (exactamente lo mismo que el Golf GTI).
Así va
El motor del 128ti emplea el bloque 2.0 turbo de cuatro cilindros del 120i o del M135i, pero readaptado a las necesidades del 128ti. Tiene un sonido un tanto bronco, y que se vuelve más intenso cuando pulsamos el modo Sport. El sonido está levemente tuneado por el equipo de audio, pero el resultado está bastante logrado. El acelerador tiene una respuesta bastante sensible, afilada, la que uno espera de un coche deportivo de 265 CV. Esto ocurre sobre todo en el modo Sport, que es el modo que un servidor llevaría siempre conectado si se comprase este coche. Actúa sobre la respuesta del acelerador, del cambio en caso de llevarlo en modo automático y en la dirección, que se vuelve un poco más firme, aunque la diferencia no es excesiva.
En nuestra breve primera toma de contacto, llovía y las condiciones de tráfico eran demasiado densas. Aun así, hemos podido comprobar que el motor, con sus 265 CV y 400 Nm de par, responde con ganas desde el primer momento, y da mucho juego sea cual sea el régimen al que lo lleves. Se siente especialmente pletórico entre las 5.000 y las 6.500 rpm, y el funcionamiento del cambio en modo manual es perfecto para mantenerte siempre en ese intervalo sin grandes problemas.
Por cierto, debemos comentar que, a diferencia del Golf GTI, el 128ti sólo se vende con un cambio automático de ocho marchas y convertidor de par con levas en el volante, y ni existe ni se espera la posibilidad de contar con uno manual.
En cuanto al chasis, y a falta de probar más fondo el coche, da la sensación de que el chasis me parece mejor puesto a punto que el del M135i de 306 CV y tracción total. Así, la suspensión, que es deportiva pero no adaptativa y que va 10 mm más baja que la de un Serie 1 normal, tiene ese típico tacto duro de los buenos deportivos, pero no es seca ni parece tener grandes problemas para mantener las ruedas en contacto con el suelo cuando éste está bacheado. Por su parte, la dirección se muestra directa y muy precisa. Por pedir, quizá me gustaría un tacto un pelín más informativo, pero necesito hacer más kilómetros y en diferentes tipos de asfalto para comprobar hasta qué punto podría ser necesario.
También me he quedado con ganas de hacer más kilómetros para probar los frenos convenientemente, pues los de esta unidad, que han debido pasar por algún circuito, no estaban en su mejor momento, y eso que de serie el 128ti lleva unos frenos más deportivos M Sport (aunque también es cierto que sin pinzas fijas).
En cualquier caso, la clave del 128ti está en el sistema de tracción. Como decía al principio, a diferencia del M135i, el 128ti se conforma con tener sólo tracción delantera, a imagen y semejanza del Golf GTI. Pero, mientras que en el Golf se recurre a un diferencial delantero controlado electrónicamente, en el BMW han optado por un diferencial autoblocante mecánico de tipo Torsen que influye de forma muy clara en el comportamiento del coche.
A falta de poder realizar más kilómetros, me he encontrado con un diferencial que se deja notar cuando aceleras con fuerza en pleno apoyo, pero sin las brusquedades ni imprecisiones que, por ejemplo, apreciamos en el Mini GP. Tengo la sensación de que tendrá ese punto de mala leche que te ayuda a ser más rápido y que te hace disfrutar más de la conducción, pero sin influir en exceso en las trazadas, que es donde está la clave.
Con todo, la sensación general que me ha transmitido el BMW 128 ti es que, efectivamente, es el coche más parecido a un Golf GTI que podían haber hecho. Quizá las prestaciones sean similares (el BMW tiene 20 CV más, pero también pesa 1.520 kilos, que son 57 kilos más), pero el tacto del BMW es un poco más rácing, más orientado a disfrutar de la conducción. Lo aprecias porque la suspensión es más firme, la dirección responde de forma más directa y, sin duda, el diferencial le aporta un plus de sensaciones difícil de conseguir con otros inventos controlados electrónicamente.
A falta de hacer más kilómetros, es posible que el Golf termine siendo más rápido en un tramo de curvas (y eso que el Wolfsburgo tiene sólo 245 CV), y estoy convencido de que el Volkswagen también será más sencillo de llevar al límite y más allá, pero creo que es muy probable que la conducción del 128ti resulte más gratificante para quien busque una buena dosis de deportividad.
A partir de ahí, tú eliges qué tipo de deportivo quieres, porque ambos son dos coches excelentes. Y ese es, básicamente, el único aspecto que debes valorar, porque el precio es muy simiar siempre que hablemos del Golf GTI con cambio automático DSG (se queda en 42.655 euros si lo adquirimos con cambio manual). Mientras que el VW cuesta 44.650 euros, el BMW sale por 45.438 euros; es decir, ni tan siquiera 1.000 euros, que puede no ser nada cuando, además, hablamos de todo un BMW…
Ficha técnica BMW 128ti
- Motor: 4 cil. en línea, 1.998 cm3, turbo
- Transmisión: Automática, 8 velocidades
- Tracción: Delantera
- Potencia: 265 CV a 4.750-6.500 rpm
- Par: 400 Nm de 1.750 a 4.500 rpm
- 0-100 km/h: 6,1 segundos
- Velocidad máxima: 250 km/h
- Peso: 1.520 kg (5,73 kg/CV)
- Precio: 45.438 euros