Los 10 puntos clave que debes revisar al comprar un coche de segunda mano
1. Suspensión: si existen roturas, descártalo
Con el vehículo parado, apóyate en cada una de sus esquinas y empuja hacia abajo. Si está bien, volverá a su posición inicial y no oscilará más; si no, te tocará cambiar los amortiguadores (desde 350 €).
2. Luces y sistema de climatización
Además de iluminarse cuando los accionas (de no hacerlo, indica una lámpara fundida o un fallo en la centralita de luces), deben tener la intensidad suficiente y no mostrar ninguna oscilación. De lo contrario, existe un problema que puede afectar al alternador (desde 150 €), a la centralita de luces (desde 200 €) o al cableado (desde 30 €). Comprueba también que el aire acondicionado expulsa aire frío en menos de un minuto (solucionarlo puede costar desde 70 hasta 800 €) y que la calefacción funciona.
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3. Tapicería: busca posibles desgastes
El estado de la tapicería delatará si el vehículo tiene muchos kilómetros. Fíjate en la apariencia y mullido de los asientos, en el desgate de los pedales y del pomo del cambio, del volante… Si estos elementos están muy deteriorados, ese modelo tendrá un número de kilómetros bastante elevado (más de 100.000 km).
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4. Sistema de arranque
El arranque de un motor, ya sea diésel o gasolina, debe ser inmediato (en los diésel, espera a que se apague la luz de los calentadores). Si no es así o, una vez en marcha, el ralentí se muestra inestable, existe un problema en el sistema de alimentación (puede costar hasta 2.500 €), en el de precalentamiento (en el caso de los diésel, reparable por unos 150 € de media), en algún sensor de temperatura (desde 60 €) o en la falta de compresión en uno o varios cilindros. Esto último indica un elevado número de kilómetros y puede ser necesaria una rectificación del motor, algo que supera los 600 €.
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5. Motor: ojo si echa mucho humo
En los coches actuales, la precisión de los sistemas de inyección y la eficacia de los sistemas de tratamiento de los gases de escape hacen que sea muy difícil que emitan humo, salvo que exista una avería… o que sea el típico vapor que se produce cuando el motor está frío (y que es normal). Así que, si ves humo más allá de ese citado vapor en frío, descarta la compra.
Las averías más frecuentes relacionadas con el humo en los coches actuales suelen ser el turbo, que en casos extremos provoca una espesa humareda que sale del escape y que apesta a aceite quemado (desde 1.000 euros) o problemas con la junta de culata (desde 1.500 euros). Otros fallos pueden estar relacionados con el desgaste del motor, algo posible en motores con demasiados kilómetros.
6. Sistema de dirección
Comprueba que, después de girar, la dirección tiende a ponerse recta por sí misma. Si no, puede haber algún fallo en la junta cardánica (repararla, unos 90 €) o en la cremallera (desde 200 €). Cuando circules en línea recta y a unos 80 km/h, verifica que el coche no tiende a irse hacia ningún lado; de lo contrario, puede haber algún defecto de alineación (se soluciona con un paralelo, por unos 50 €)…que puede haber desagastado los neumáticos de forma irregular, lo que te obligará a sustituirlos.
Este tipo de defectos se suelen acrecentar cuando frenas. Si, además, escuchas algún tipo de chasquido al girar, puede existir un problema grave en el sistema de dirección que puede afectar a una rótula, a la cremallera… Subsanarlo te costará desde 150 €.
7. Revisa los niveles de los líquidos
Comprueba los niveles de aceite, del líquido refrigerante y el de frenos. Si alguno está bajo o si tiene un aspecto degradado, desconfía del vehículo. El aceite no debe estar muy negro ni muy viscoso, mientras que un líquido de frenos en mal estado se ennegrece (sustitúyelo cada dos años) y puede oxidar las partes internas del sistema de frenos (cuesta desde 100 €).
8. Frenos: cruciales para tu seguridad
A unos 60 km/h y en una carretera recta y sin tráfico, frena con cierta contundencia. El coche debe mostrarse estable y no irse hacia ningún lado; si no, puede haber un problema en los frenos, o un fallo de alineación o incluso de suspensión. Sea lo que sea, habrá que revisarlo en un taller. Arreglar estos problemas te costará desde 60 € hasta 350 €.
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9. Cambio y embrague: recházalo si aprecias anomalías
Pon el freno de mano, inserta la segunda marcha e intenta circular: el motor debe calarse; si no, el embrague está desgastado y ‘patina’ (sustituirlo te costará unos 400 €). Por otro lado, al cambiar de velocidad, las marchas deben entrar con suavidad.
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10. Transmisión: afina el oído
Si el coche es de tracción delantera: circula por una glorieta y, si al girar escuchas un clack-clack, es posible que se haya roto un fuelle y tengas que sustituirlo (desde 30 €); de lo contrario, terminarás dañando la transmisión y tendrás que cambiarla (desde unos 100 €). Independientemente del ruido y del tipo de tracción, revisa siempre el estado de esos fuelles (situados antes de la unión de la transmisión con la rueda) y, también, si hay pérdidas de aceite en el otro extremo, donde se une con el diferencial o la caja de cambios.
Y además…
Los neumáticos no deben presentar cortes ni un desgaste acusado. Observa asimismo la carrocería; además de arañazos, fíjate en que la luna no presente ‘chinazos’ (acaban rajándola y cambiarla vale desde 140 €) y que las juntas de goma no estén deformadas ni rotas (puede entrar agua). También es importante verificar las conexiones de la batería (que no estén oxidadas; una batería cuesta desde 70 €) y que los rodamientos de las ruedas no hacen ruido (se escucharía un silbido metálico constante cuando se circula); sustituirlos te costará desde 80 €.