¿Qué es el Ford Tourneo Courier? Pues un tipo de vehículo con características muy concretas que puede ser del agrado de un público muy concreto. Voy a intentar explicarlo sin expandirme demasiado.
Hubo un tiempo en el que el monovolumen era el automóvil total para esa clase de familias de padres de mediana edad y niños a su cargo. Más tarde fueron totalmente eclipsados por los SUV, hasta el punto de que muchos desaparecieron del mapa.
Sin embargo, en cuanto a espacio y practicidad interior, un SUV nunca estuvo a la altura de un monovolumen (o rara vez), si bien el cliente mayoritario prefirió primar otros aspectos reforzados en los SUV, como la estética.
Y entonces fue cuando las furgonetas de toda la vida ya terminaron de posicionarse como alternativas gracias a haber mejorado en calidades, tecnología y experiencia de conducción. Tener para tu familia una versión de pasajeros del Citroën Berlingo, Mercedes Citan, Renault Kangoo o Volkswagen Caddy, por citar algunos, pasó a ser una inteligente maniobra.
Ford siempre ha participado con fuerza en este mercado. En 2014 sacó su Tourneo Courier, un modelo pequeñito pero bien aprovechado por dentro y, sobre todo, a un precio tremendamente atractivo. Se pegaba con alternativas como el Renault Kangoo Compact o el trío formado por el Fiat Qubo, Citroën Nemo y Peugeot Bipper.
Todos desaparecieron llegado un momento, menos el Ford. Ahora, su segunda generación está lista y ya la hemos probado. Ha crecido significativamente, en concreto, 18 cm a lo largo, 3,5 cm a lo ancho y casi 8 cm a lo alto.
Esto le acerca a modelos como los que ofrecen las marcas del Grupo Stellantis (Berlingo, Rifter y demás), pero aún le deja como el vehículo de esta clase más pequeño del mercado.
El nuevo Tourneo Courier mide 4,34 metros de longitud, 1,80 metros de anchura y 1,82 metros de altura. Es compacto, pero da cabida a cinco buenas plazas, destacando especialmente en la altura disponible.
También hay un maletero de 570 litros de capacidad, lo que son 175 litros más que antes. Además, es muy aprovechable gracias a sus regulares formas y a su bajo borde de carga. Asimismo, hay mucho hueco portaobjeto, también en los laterales del maletero (útiles para llevar algo sucio, por ejemplo).
Aparte que por dentro no desmerece en calidades. Predomina el plástico duro pero luce buenos ensamblajes. Y el volante presenta el grato tacto de casi cualquier Ford. Eso sí, una importante pega es que desaparecen determinados botones y mandos de uso habitual, como los de la climatización, requiriendo ahora que te dirijas a la pantalla central táctil si, por ejemplo, quieres regular la temperatura. Punto negativo aquí.
Pero la cuestión es: ¿es este un buen coche familiar? Está claro que no es el vehículo de tus sueños, pero objetivamente tiene todo lo necesario si tu situación es la siguiente: rondas los 40 años y tienes una familia con mujer, niños y probablemente perro que llevan muchísimo equipaje. Además, necesitas un vehículo compacto y que no sea demasiado caro.
Porque el precio… a ver. El Tourneo Courier parte de 26.912 euros y puede llegar a 33.353 euros, que ya está bien. En verdad está en su precio con respecto a la competencia, pero resulta un poco desalentador que cueste más del doble de lo que costaba su predecesor. Obviamente es un automóvil mucho mejor que su antecesor en absolutamente todos los sentidos, pero…
En fin, que bajo mi punto de vista, si estás en la situación antes descrita, veo más lógico que optes por comprar un vehículo de este tipo, como el Ford Tourneo Courier, que el SUV de turno. Aparte que si te gusta la estética SUV, el acabado Active del Tourneo Courier te la brinda. Además, su conducción no te defraudará, pero eso te lo voy a contar en la siguiente parte de la prueba.
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