En teoría, el Plan PIVE-3 estará vigente durante un año, salvo que antes se agoten los fondos destinados a él. Algo de lo que está convencido Soria, basándose en los comentarios recibidos de distintos miembros de la industria automovilística en España, así como en información de su propio ministerio.
El ministro considera que un plan de incentivos como el PIVE-3 «es bueno» por el empujón que supone para la producción de vehículos y la actividad de los concesionarios. También recordó que contribuiría a reanimar el mercado «deprimido» de la publicidad, y a aumentar la recaudación del estado por medio del IVA. Según datos de la patronal de fabricantes Anfac, con el nuevo plan de incentivos se recaudarán 278 millones de euros, de los que el IVA supondrá 200 millones y el impuesto de matriculación, los 78 restantes. Soria asegura que el Plan PIVE-3 tiene el apoyo expreso de Mariano Rajoy. «Es una buena política y mientras podamos, tenemos que seguir apoyándola y manteniéndola», resumió.
El Plan PIVE-3 entró en funcionamiento el pasado 29 de julio. Con una dotación de 70 millones de euros, servirá para otorgar ayudas a la compra de 70.000 vehículos. El primer Plan PIVE duró poco: comenzó en octubre de 2012 y ya se había agotado para finales del año; por su parte, el Plan PIVE-2 tuvo el doble de dotación -150 millones de euros- y se agotó en junio.
