Por segundo año consecutivo, Anfac, la patronal de fabricantes de automóviles y camiones celebró, junto con la consultora PWC, un foro en el que reunió, ya fuera en ponencias o en mesas redondas, a destacadísmas personalidades de la industria y de la automoción, como varios presidentes de las marcas o secretarios de Estado; además de dos ministros.
Así, en su primera jornada, este foro ya contó con los discursos de Mario Armero, vicepresidente de Anfac -que destacó que, a lo largo de el primer semestre de 2014, España había ascendido al 9º puesto entre los fabricantes de automóviles- y, sobre todo, una mesa redonda «La transformación hacía el cliente digital» en la que participaron, entre otros, Diego Gutíerrez-Colomer, director general de Hyundai España -; Jacques Pieraerts, presidente y CEO de Toyota España; o Francisco Pérez Botello, presidente de VW-Audi España. Si bien la noticia del día fue la aprobación, dentro de los Presupuestos generales del Estado, de una partida de 175 millones de euros destinados a un futuro PIVE –sería el séptimo desde octubre de 2012; y se prevé que genere un impacto total en la economía española de 1.980 millones de euros-; entre las principales conclusiones de esta primera jornada, Armero anunció que, en 2015, en España se fabricarán 2,6 millones de automóviles –para este año, se prevé una cifra de 2,4 millones-.
A lo largo de la segunda jornada, el Foro contó con la presencia, en una mesa redonda sobre «Reindustrialización y Competitividad», de presidentes de las principales compañías españolas, como Jaime Revilla, presidente de Iveco; Luis Gallego, de Iberia o Rafael Miranda, presidente de Acerinox. Posteriormente, también tuvo lugar otra mesa redonda «Automoción, liderando la recuperación», en la que intervieron José Manuel Machado, presidente y CEO de Ford España, José Carlos Robredo, director del centro de Madrid de PSA Peugeot-Citroën o Ernesto Antolín, vicepresidente del Grupo Antolín
Sin embargo, lo más destacado fue la presencia e intervenciones de la ministra de Fomento, Ana Pastor; y del de Industria, José Manuel Soria, junto con las de los secretarios de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz; y de Energía, Alberto Nadal, quien, por ejemplo, destacó que el Plan PIVE era una «gran satisfacción para el ministerio de Fomento» y un «ejemplo a seguir para todos los planes de eficiencia energética». Además, también destacó que, hasta el PIVE 6, estos planes habían contado con una inversión de 715 millones de euros por parte del Gobierno –más «una cantidad equivalente» por la de los fabricantes- que se había traducido en la adquisición de «711.000 vehículos nuevos».
Por su parte, Ana Pastor incidió en la colaboración del sector del automóvil con la Administración y en la importancia de las infraestructuras y de la inversión que su ministerio está realizando como forma de agilizar y facilitar la logística de las fábricas e industrias de la automoción –que, según declaró Mario Armero, supone del 13 al 14% del coste total de la industria automovilística-. Por su parte, Soria calificó de
buena noticia el incremento de la producción y mercado previstos en el sector para 2015, puso de nuevo como ejemplo al sector del automóvil a la hora de alcanzar objetivos importantes en el país y destacó la importancia de las exportaciones, respecto a las cuales el sector del automóvil acabará el año con un superávit de 16.000 millones de euros, 10 veces más que antes de la crisis. También incidió en el impacto de los costes energéticos en esta industria y recordó que, en 2013, los precios habían descendido un -3,7% respecto al año anterior y que, para 2014, «es probable que la caída sea superior a esa cifra».
Por último, José Luís López Schummer, presidente de Anfac y, al mismo tiempo, presidente y CEO de Mercedes Benz España, clausuró el acto recalcando la importancia de la industrial del automovil para nuestro país –genera el 10% del PIB anual y el 9% del empleo- y la necesidad del mantenimiento de sucesivos Planes PIVE hasta que el mercado español se estabilice, al menos, en la matriculación de 25 turismos por cada 1.000 habitantes/año, lo que «supone unas matriculaciones anuales de 1.100.000 o un 1.150.000 unidades».
