Schreyer es el responsable de las líneas de la última generación de modelos de Kia, caracterizados por un frontal agresivo que, por las formas a las que se asemeja, la marca bautizó como «hocico de tigre». El último modelo de Kia que queda por recibir el lavado de cara de Schreyer es el monovolumen Carens, que será renovado este año. El objetivo de Schreyer era que un Kia pudiera ser reconocible por el frontal, igual que un BMW gracias a los «riñones» de su parrilla. «En el pasado, los Kia tenían un diseño muy anodino. Cuando veías uno por la carretera, no sabías si era coreano o japonés… Creo que es muy importante que puedas reconocer un Kia a simple vista», explicó Schreyer cuando llegó a la marca.
Con 59 años, Peter Schreyer se convierte también en el primer presidente de Kia que no es coreano. Schreyer se licenció como diseñador industrial en 1979 en la Universidad de Múnich, y al año siguiente empezó a trabajar para el Grupo VAG, donde permaneció durante 25 años. Allí fue responsable del diseño del anterior Volkswagen Passat y del coupé Audi TT, además de los A3, A4, A6… En noviembre, el presidente del Grupo Volkswagen, Ferdinand Piëch, reconoció que había sido un error dejarle marchar.
Su contribución a la marca ha sido muy valiosa, en una etapa en la que ha aumentado sus ventas mundiales en un 10,3 % y un 20 % en Europa. El nombramiento parece indicar que los accionistas de Kia quieren que el reposicionamiento de la marca -cuyo vicepresidente dijo recientemente que pretenden llegar a ser una firma premium para el año 2017– se consiga mediante el diseño.
