Kia Soul EV

Parecía que el mercado de los eléctricos se iba a tomar un respiro en cuanto a lanzamientos e innovación tecnológica, pero el siguiente capítulo de la historia ya ha empezado a escribirse, y se titula Li-Po. Así se llama la tecnología que ha permitido a Kia hacer un coche muy competente, con una batería de 27 kWh de capacidad y un peso contenido: 1.565 kilos.

Esos 27 kWh es una cifra muy importante. Porque, aunque la autonomía sigue sin ser comparable a la de un coche convencional, cualquier incremento respecto de los 22 kWh que se han convertido en el ‘estándar’ del segmento de los vehículos eléctricos es bienvenido, ya que aleja un poquito ese fantasma llamado range anxiety –pánico a quedarte tirado–. En el Soul EV, el indicador de autonomía restante de la intrumentación muestra una cifra superior a los 100 km durante bastante tiempo.

Batería aparte, hay que reconocer que el Soul es un coche eléctrico magnífico. Cuenta con un interior ricamente terminado, luminoso, con un sistema multimedia que funciona bastante bien –y que cuenta con una pantalla de 8»–, y una instrumentación clara. La postura al volante se parece a la de un todo camino, aunque la banqueta no está tan alta y subir resulta más sencillo. Y estrena algunas ideas realmente ingeniosas, como el botón que ajusta la climatización para controlar sólo la temperatura de la zona del conductor –y ahorrar batería, sobre todo en invierno–. Otras, como el sistema que varía la tonalidad de la iluminación ambiente al ritmo de la música, son menos interesantes… pero también vienen de serie.

Por otro lado, el cargador de a bordo, de 6,6 kW de potencia, permite cargar el Soul EV en poco más de cuatro horas –empleando una wallbox–. Además, Kia ofrece la posibilidad de contar con un enchufe CHAdeMO para recarga rápida; cuesta 3.000 euros, y teniendo en cuenta que, técnicamente, es una de las cosas más sencillas del mundo, parece un precio del todo descabellado.

Aunque lo mejor comienza cuando empiezas a circular con él. Las prestaciones no son comparables a las del BMW i3, pero acelera con más brío que cualquiera de sus otros rivales, y juraría que tiene algún caballo más que los 109 que declara Kia. En la palanca de cambios, dos posiciones te permiten escoger entre un funcionamiento tipo ‘one pedal’ –en el que, al soltar el acelerador, retiene y regenera mucho; esto permite circular sin tocar apenas el freno–, o uno en el que sólo se produce una leve retención.

La mayor virtud del Soul EV es su extraordinario confort de suspensión. Es un aspecto en el que gana, por goleada, al BMW i3, e incluso al que hasta ahora ofrecía una suspensión más cómoda, el Renault Zoe. Y no sólo es una cuestión de confort: el balanceo de la carrocería también es muy contenido, y la dirección resulta bastante precisa, de forma que al poco de ponerte al volante, comienzas a exprimir al Soul EV con total confianza.

La única nota no tan positiva la ponen los neumáticos. Para que todo quedara ‘en casa’, las coreanas Nexen y Kumho han desarrollado sendas ruedas ecológicas para el Soul EV… que no acaban de tolerar bien los 285 Nm de par máximo.

Todo lo anterior no serviría de nada si el precio no fuera aceptable. Sin embargo, el Soul EV es bastante barato: incluyendo las ayudas estatales a la compra de eléctricos, puedes comprar un Soul EV al contado desde 23.306 euros… o desde 14.400. Sin duda, una cantidad que comienza a ser interesante para quien siempre realice recorridos urbanos.

(1) Es posible cargarlo en ‘Modo 2’ –conectando un cable especial a una toma doméstica

(2) en Modo 3 –mediante una wallbox, ya sea en casa u otro sitio–

(3) y con un cargador rápido CHAdeMO –ya hay más de 100 en España y más de 1.000 en Europa–.