La revisión pone en tela de juicio a los vehículos ‘mild hybrid’ e híbridos enchufables que portan los distintivos ECO y CERO, respectivamente. Unas etiquetas que en el caso de grandes ciudades como Madrid o Barcelona son obligatorias para poder acceder al núcleo. Sin embargo, los futuros cambios de criterio en el etiquetado podrían no afectar a los modelos actuales.
Desde hace tiempo, se plantea el debate de que los vehículos con tecnología ‘mild hybrid’ podrían decir adiós a las ventajas que obtienen por la etiqueta ECO, ya que su motor eléctrico no mueve las ruedas. Estos coches se benefician de un pequeño propulsor alimentado por una batería de 48V que almacena energía a través de un sistema de frenada regenerativa. Esta configuración ayuda de manera puntual a la unidad térmica a mover las ruedas en autopista mientras el motor principal permanece apagado. Asimismo, alimenta los sistemas eléctricos del coche.
Hecha la ley, hecha la trampa. Esta condición ha dado lugar a que las marcas utilicen la picaresca para dotar de esta tecnología a vehículos de gran cilindrada que cuentan con más ventajas que un coche nuevo con un motor tradicional y etiqueta C. Hablamos de modelos como el Mercedes-AMG GLE 63 S, el Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid o el Audi RS Q8, entre otros.
Por otro lado, los vehículos híbridos enchufables -con etiqueta CERO Emisiones- son capaces de circular sin emitir gases contaminantes durante decenas de kilómetros. Sin embargo, su autonomía eléctrica depende de muchos factores como el estilo de conducción, la carga disponible o las condiciones de la vía. Esto hace que las cifras homologadas por los fabricantes no siempre se adecuen a las obtenidas en uso real. En carretera abierta, los PHEV se comportan como un híbrido, obteniendo las mismas cifras de consumo y emisiones.
En una entrevista concedida al diario El Mundo, Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, explica que »el carácter retroactivo es muy poco frecuente. Solo se ha hecho en cuestiones como los cinturones de seguridad». A lo que añade que en caso de ser así »Tráfico debería notificarlo a cada titular por si quiere reclamar».
Esta clasificación será sometida a una profunda revisión con el objetivo de clarificar de manera más exacta a los vehículos para que no se confundan las motorizaciones de acuerdo al combustible que utilicen. Se trata de una propuesta que aún requiere cierto tiempo de maduración y que queda recogida dentro del Plan de Impulso de la Cadena de Valor de la Industria de la Automoción en España que el Gobierno presentó en junio.
A final de mes, la propia institución tiene planificado celebrar una reunión interministerial para plantear todos los temas sobre la mesa y dar respuesta a todas las dudas que se presentan.
¿Habrá nuevas etiquetas?
Aún no se ha confirmado si llegarán nuevas etiquetas. Lo que sí se reconoce es que las innovaciones de los últimos años en el mercado automotriz han hecho que el actual sistema queda desfasado. La justificación que da en el propio documento afirma de manera textual que «la evolución tecnológica es una realidad y los nuevos vehículos que incorporan estas innovaciones deberían ser catalogados dentro de las posibilidades que ofrece el etiquetado actual, o bien añadiendo nuevas etiquetas».
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