Porsche presentó el primer 911 en el Salón de Frankfurt de 1963 y, 55 años después, la marca alemana ha escogido el Salón de Los Ángeles para desvelar la octava generación de su deportivo. En todo este tiempo, el modelo alemán se ha convertido en una leyenda y, con cada entrega, ha conseguido ir un paso más allá que su predecesor, pero siempre respetando el diseño original y el esquema de motor trasero y tracción trasera, si bien las últimas generaciones también han tenido tracción total. Con el último modelo, el 991, Porsche ha dejado el listón más alto que nunca, pero ahora pretende superarlo con el 992.
Después de recorrer miles de kilómetros alrededor de todo el planeta y de superar una dura fase de pruebas, el nuevo Porsche 911 acaba de ver la luz. Como en ocasiones anteriores, su diseño supone una evolución, más que una revolución. Sus líneas son muy similares a las del anterior nueveonce y las proporciones son prácticamente idénticas, si bien, delante, es 45 mm más ancho que su predecesor. Por supuesto, las luces delanteras son de led y, como en todos los 911 a excepción del 996, tienen forma redonda. Los faros traseros también utilizan la tecnología led y suponen el mayor cambio con respecto a la generación anterior, ya que presentan un diseño más futurista y están unidos por una franja de led, como en los Panamera Sport Turismo, Macan y Cayenne. También es novedosa la ubicación de las colas de escape, que ahora se integran en la parte baja del paragolpes. Las llantas tienen nuevos diseños y pueden ser de 20″ delante y de 21″ en el eje trasero.
Dentro, más tecnología
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El interior también presenta un diseño parecido al de la generación previa y, por tanto, al de todos los 911 presentados desde la década de los 70. La instrumentación sigue combinando un cuentarrevoluciones central analógico con dos pantallas que muestran todo tipo de información y pueden personalizarse con diferentes visualizaciones. El volante es completamente nuevo e incluye un botón para seleccionar los diferentes modos de conducción -solo con el paquete Sport Chrono-. La consola central cambia un poco más que el resto de elementos y es muy parecida a la de los Porsche Macan y Cayenne. Cabe destacar que el número de botones repartidos por el habitáculo se ha reducido drásticamente e incluso la palanca de cambios es más minimalista. Es de esperar que Porsche ofrezca todo tipo de opciones para personalizar el interior.
Si hablamos de equipamiento, el sistema de infoentretenimiento PCM incluye una pantalla táctil central de 10,9″, navegación online, los servicios en línea de la marca y conectividad a través de Apple CarPlay. En materia de asistencia a la conducción, el nuevo 911 incluye una dotación muy completa; además de la habitual frenada de emergencia con detección de peatones, objetos y ciclistas, incorpora el asistente de visión nocturna, el control de crucero adaptativo con función de parada y arranque en atascos, el asistente personal 360+ o las apps Road Trip e Impact, la primera para planificar rutas y la segunda para calcular las emisiones.
De inicio, dos versiones con 450 CV
De momento, Porsche solo ha presentado las versiones Carrera S y Carrera 4S, por lo que, en la parte técnica, solo podemos hablar de un motor 3.0 bóxer de gasolina y seis cilindros que, gracias al turbo, desarrolla 450 CV. Este propulsor se asocia a una caja de cambios automática PDK de doble embrague con ocho velocidades y, dependiendo de la versión, a la tracción trasera -Carrera S- o a un sistema de tracción total -Carrera 4S-. La variante de tracción trasera homologa un consumo medio de 8,9 l/100 km, acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y alcanza 308 km/h de velocidad máxima; por su parte, el Carrera 4S homologa un consumo medio de 9 l/100 km, necesita 3,6 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado y su velocidad máxima es de 306 km/h.
