El éxito comercial del Porsche Macan es un hecho. Y sirva como prueba del mismo que, desde su lanzamiento en 2014, Porsche ha vendido más de 350.000 unidades de este todocamino en todo el mundo. Pero la evolución no para y, hoy día, existen en el mercado rivales directos de este modelo que o bien se lanzaron después del Porsche -léase el Alfa Romeo Stelvio– o bien se han renovado desde entonces -por ejemplo, el restyling del Lexus NX o la segunda generación de los Volvo XC60, BMW X4 y Audi Q5-. Así las cosas, a Porsche le tocaba actualizar el Macan para no quedarse fuera de juego.
La base del Macan era muy buena, no en vano este modelo ha sido uno de los referentes por comportamiento del segmento en los últimos años. Y, por eso, el restyling abarca en cambios estéticos exteriores y leves retoques interiores, pero, sobre todo, se centra en la posibilidad de contar con nuevo equipamiento tecnológico y de seguridad.
Porsche Macan 2019: así es por fuera
El nuevo Macan crece apenas dos centímetros respecto al anterior modelo. Y es que, debido a unos paragolpes delanteros -estos, con tomas de aire más agresivas- y traseros de nuevo cuño, ahora pasa a medir 4,70 m. Lo más significativo del exterior es, sin duda, la nueva imagen de su parte trasera, que toma, para los pilotos posteriores, una forma de tira led en 3D; un diseño similar a las zagas de los últimos Porsche Cayenne y Porsche Panamera, así como del recientemente presentado Porsche 911 2019.
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Otros cambios exteriores pasan por la inclusión de faros led de serie -que pueden contar, por 1.990 euros, con luces dinámicas y faros adaptativos PDLS+-, la presencia de llantas de nuevo diseño -de hasta 21″-, de cuatro nuevos colores exteriores -azul Miami, verde Mamba, plata Dolomite y blanco Crayon- y el montaje de un remozado difusor trasero, siempre en color negro.
Porsche Macan 2019: así es por dentro
El mayor cambio en el interior del Macan es la nueva pantalla multimedia, ahora, de serie, con 10,9″ -en el anterior modelo, era de 7,2″-. Esta superficie centraliza un equipo multimedia con Bluetooth, acceso a Internet, control por voz y navegador con información del tráfico en tiempo real. Opcionalmente y por 327 euros, el Macan puede contar con el sistema de conexión para el smartphone Apple CarPlay, pero no con Android Auto. Bajo ella, ahora se sitúan las salidas de aire que, en el modelo original, se ubicaban verticalmente.
En opción, ahora también se puede optar por un volante GT -595 euros-, calefactable, con 15 mm menos de diámetro que el volante de serie e inspirado en el Porsche 911. Y, por supuesto, por el habitual pack SportChrono -desde 1.249 euros- que además de mejorar la respuesta de la dirección, el acelerador y de la suspensión, ahora incluye un selector de modos de conducción en el volante y añade el modo Individual a los de serie: Confort, Sport y Sport Plus. Una última opción novedosa es un ionizador -desde 341 euros- que, junto con la labor del climatizador, filtra el aire que llega al interior.
Por lo demás, el interior del Macan no ha cambiado. Su interior cuenta con un acabado excelente -de serie, sus asientos están tapizados en Alcántara y cuero sintético- y unos ajustes de primera calidad. Las plazas traseras están en la media del segmento por espacio -las personas de más de 1,85 pueden tocar con el techo- y el maletero, con 500 litros de capacidad, también se sitúa en la media respecto a sus rivales. Por ejemplo, un Audi Q5 cuenta con 550 litros.
Porsche Macan 2019: nuevos motores
Porsche ha dado a conocer la versión de acceso a la gama, el Macan, y una motorización superior, el Macan S. El primero equipa el ya conocido cuatro cilindros 2.0 turbo gasolina que equipaba el anterior Macan. Pasa de 252 a 245 CV debido a la incorporación de un filtro antiparticulas, pero mantiene los 370 Nm de par, disponibles a partir de sólo 1.600 rpm. Con este motor, el Macan acelera de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos -6,5 con el pack Sport Chrono- y alcanza los 225 km/h. Su consumo medio homologado es de 8,1 l/100 km -10,0 l/100 según el protocolo WLTP-.
Mientras tanto, el Macan S opta, como en el modelo anterior, por un V6 turboalimentado de 3.0 l de cilindrada. Pero se trata de un nuevo bloque de 354 CV que debuta ahora en el Macan -ya lo montan el Panamera, con una potencia de 330 CV y el Cayenne, en una configuración de 340 CV. ¿La principal novedad frente al anterior 3.0 V6 turbo? Que este bloque cuenta con un turbocompresor Twin Scroll -recoge los gases de escape de forma independiente- y que está situado entre las dos bancadas de cilindros, de forma que el trayecto que realizan los gases es más corto y la respuesta del acelerador, más inmediata. Con este motor, que ofrece 480 Nm a partir de 1.360 y hasta las 4.800 rpm, el Macan S alcanza una velocidad máxima de 254 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos -5,1 seg. con el pack Sport Chrono- ¿Su consumo? La cifra oficial es de 8,9 l/100 km -11,0 l/100 según el protocolo WLTP-..
Cualquiera de estas dos opciones mecánicas siempre va unida a un sistema de tracción total conectable -ambos ejes van unidos mediante un embrague multidisco- y a una caja automática de doble embrague PDK de siete relaciones. Los precios del Porsche Macan parten desde los 66.498 euros, mientras que el Macan S cuesta a partir de 75.421 euros.
Porsche Macan 2019. Así va
Hemos tenido la oportunidad de probar, en Palma de Mallorca, los nuevos Macan 2.0 T y Macan S. Así, al subirnos a este SUV, lo primero que se percibe en su interior es la sensación de calidad y el escaso ruido que se filtra desde el exterior, de forma que los ocupantes quedan bastante aislados incluso del sonido discreto del motor.
En el Macan 2.0 T, esa discreción acústica se mantiene a cualquier régimen de giro, pero lo bueno es que, a partir de 1.600 rpm, este propulsor ofrece 370 Nm de par presentes hasta las 4.500 vueltas, por lo que se trata de un coche que ofrece una entrega de potencia muy lineal, que ofrece una grata respuesta en cualquier situación habitual del tráfico y que permite un uso muy agradable en el día a día.
La dirección, que ha sido revisada de cara a este restyling, mantiene la rapidez y la grata precisión ya vistas en el anterior modelo. Además, y pese a ser de tipo electromecánica, logra transmitir al conductor bastante información de lo que pasa bajo las ruedas. Esto último también es aplicable a la suspensión. En la unidad que probamos, y pese a neumáticos de llanta de 20″ -los de serie son de 18″- y sólo 40 de flanco, ofrece una respuesta muy lograda, resultando bastante firme, pero no incómoda. Sin embargo, lo más llamativo del Macan es que los movimientos de su carrocería, tanto el balanceo como el cabeceo, resultan mucho más contenidos que en la mayoría de sus rivales. Al respecto, hay que explicar que las unidades disponibles durante la prueba contaban con la suspensión adaptativa PASM, una opción que cuesta 1.268 euros. Eso sí, la diferencia circulando con ella en la posición más suave y en la más firme resulta más bien escasa.
La actuación de la caja PDK, que también ha sido optimizada por los ingenieros de la marca, es encomiable. Cambia de marcha con mucha rapidez -incluso al acelerar a fondo- y siempre con suavidad. Por lo que respecta a los frenos, cumplen de sobra a la hora de detener el coche y ofrecen una mordiente sostenida y dosificable. ¿Y el consumo? Durante una prueba por mayoría de carreteras secundarias y a ritmo vivo, hemos logrado una media de 12,1/100 km. Es una cifra que queda lejos de los 8,1 l/100 homologados por la marca alemana, pero que no resulta excesiva para las posibilidades y prestaciones que ofrece el coche.
Por su parte, el Macan S supone un escalón más en cuanto a deportividad. De entrada, el ruido del motor se muestra más refinado y, a partir de aproximadamente 3.000 rpm, ofrece un sonido metálico del que carece el 2.0 T y que va in crescendo hasta el corte de inyección, a 6.500 rpm. Además, el empuje es inmediato y bastante más notorio que el Macan y el Macan S se siente como un coche endemoniadamente rápido en cualquier situación.
Las unidades del Macan S disponibles durante la presentación montaban llantas de 21″, lo que hacía que la suspensión fuera aún más efectiva en lo que a control de movimientos de la carrocería se refiere. Así, en el Macan S, las oscilaciones debidas al balanceo eran casi inexistentes incluso en curvas lentas, mientras que el coche no mostraba siquiera el movimiento residual habitual de cabeceo al frenar con determinación. Otro punto a destacar son precisamente los frenos, cuyo diámetro crece en los discos delanteros hasta los 360 mm -345 mm en el Macan- y cuya respuesta es más contundente -lógicamente-, que en el Macan. Sin embargo, la mayor diferencia está en el tacto, puesto que el Macan S prácticamente anula el habitual tramo inicial de recorrido del pedal ‘vacío’ -hasta que los discos comienzan a actuar- y ofrece, como en el Macan, una mordiente continuada y precisa que permite dosificar casi al milímetro la frenada. Por último, el consumo que logramos durante la prueba -13,1 l/100 km de media- no nos pareció elevado, ya que circulamos rápido por carreteras de montaña y/o secundarias.
- Lo mejor: Comportamiento dinámico, calidad de acabados, posibilidad de personalización
- Lo peor: Precio elevado, coste de elementos opcionales.
Ficha técnica del Porsche Macan 2.0 T
Motor | Gasolina, 4 cilindros en línea, 1.984 cc, turbo |
Potencia | 245 CV (180 kW) de 5.000 a 6.250 rpm |
Par | 370 Nm de 1.600 a 4.500 rpm |
Cambio | Automático de doble embrague, siete marchas |
Tracción | Total conectable |
Suspensión delantera/trasera | Independiente |
Dimensiones | 4.696 / 1.923 / 1.624 mm |
Neumáticos | 235/60 R 18 -delante-, 255/55 R 18 -detrás- |
Velocidad máxima | 225 km/h |
0-100 km/h | 6,7 segundos |
Consumo (U/EU/C) | 9,5 / 7,3 / 8,1 L/100 km |