Diseñado por…
Ferdinand Porsche y Erwin Komenda -diseñador jefe de carrocerías de Porsche-.
Carrocerías
Hubo dos: sedán y, a partir de 1950, se sumó una variante con techo plegable de lona.
Las primeras unidades, conocidas como Tipo 1 -hasta 1953-, se distinguen por llevar una luneta trasera partida en dos a la que se bautizó con el sobrenombre de pretzel, porque cada cristal simulaba la forma de esta típica galleta alemana.
Qué curioso
En su morro, el Beetle no llevaba el logo de VW sino el escudo de armas de la ciudad alemana de Wolfsburg, que era el lugar donde se fabricaba. Además, para repostar había que levantar el capó -el depósito estaba dentro, junto a la rueda de repuesto-.
¿Rivales?
Citroën 2CV, Renault 4, Mini, Fiat 600… pero ninguno logró superar su éxito.
Otros Beetle
Existieron una variante para el ejército conocida como Kübelwagen Tipo 82 , otra 4×4 -Kommandeurwagen- e, incluso, una anfibia -Schwimmwagen- capaz de navegar gracias a la peculiar forma de su carrocería.
Nuevos motores
En 1954, el motor del Beetle alcanza los 30 CV y, en 1959, estrena un nuevo propulsor 1.200 cc de 34 CV; en 1970, el Escarabajo monta su mecánica más potente -50 CV- y frenos de disco delanteros.
Un dato: el Beetle más caro, de serie, a la venta en Alemania fue el 1.303 Cabrio de 1978 que costaba 13.255 marcos -25.847euros de la época-.
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Como clásico
Las versiones Tipo 1 cuestan desde 10.000-.
Por dentro
Amplio y Confortable
Su salpicadero era sencillo y ordenado. El velocímetro y el reloj de la hora presidían el tablero de instrumentos, mientras que el pequeño asidero sobre la guantera ayudaba a los pasajeros a entrar o salir de su interior.
Los asientos eran amplios y cómodos y contaba con dos maleteros: el principal -delante- y uno pequeño tras la banqueta trasera. La visibilidad posterior -luna pequeña- y lateral eran mejorables.
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Así iba
No destacaba por prestaciones, aunque tampoco lo pretendía. Su pequeño motor bóxer de 24 CV, cumplía de sobra y alcanzaba con facilidad los 100 km/h de velocidad máxima con un consumo medio contenido de 7,5 l/100 km.
Conclusión
Basta con decir Escarabajo -España-, Käfer -Alemania-, Coccinelle -Francia-, Maggiolino -Italia-, Vocho -Méjico- o Beetle -países angloparlantes- para saber que estamos hablando de uno de los dos coches más importantes de la historia del automóvil -el otro es el Ford T-.
Un modelo robusto, económico y con un diseño tan personal que le ha permitido estar a la venta durante 65 años -en los que tan sólo ha recibido pequeñísimas modificaciones – y fabricarse en 20 países.
Ficha Técnica
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Un diseño peculiar…
Lo bueno…El Beetle siempre destacó por su robustez mecánica y su económico coste de mantenimiento. El consumo era reducido y el espacio interior amplio -en Méjico ha sido el coche preferido por los taxistas hasta 2003-. La potencia de los frenos -pese a ser de tambor- era más que suficiente para detener sus 750 kg.
Y lo malo…Al no llevar el motor delante, la falta de peso hacía que la dirección fuese muy suave -pese a no contar con ningún tipo de asistencia-, y daba la sensación de que el eje delantero flotaba. Otras críticas le llegaron por una estética que apenas ha sufrido modificaciones -paragolpes y cromados- durante 65 años.