La resolución del Juzgado esgrime que la obligación de cumplimiento de las normas que presuntamente habría violado Cabify no atañe a la empresa, sino a los propios conductores, que son los poseedores de sus licencias. Por tanto, la responsabilidad del cumplimiento de las normas recaería directamente sobre los chóferes. Asimismo, la misma sentencia refleja que no parece haber coacciones de Cabify hacia sus empleados para que éstos se salgan de la ruta establecida previamente para captar nuevos clientes. De esta forma, Cabify no sería responsable de estas actitudes, por lo que quedaría exenta de cualquier tipo de responsabilidad.
Recordemos que estos vehículos VTC, que son con los que trabaja Cabify, tienen la obligación de tener una ruta de trabajo preestablecida antes de iniciar su jornada laboral, lo que implica que no están autorizados a circular libremente por la calle para hacerse con nuevos clientes. La normativa de transporte vigente dice que tan solo puede haber una licencia VTC por cada 30 taxis; sin embargo, los taxistas defienden que no se estaría respetando esta proporcionalidad.
Por su parte, Cabify ha publicado un comunicado oficial declarando que “estamos satisfechos de que finalmente se haya hecho justicia y se demuestre la absoluta legalidad de nuestros servicios. Cabify es una plataforma 100% legal que opera estrictamente bajo el marco regulatorio existente. Desde nuestros inicios hemos trabajado de la mano del regulador y de las autoridades competentes para adaptar nuestro servicio a la legislación vigente y garantizar un marco de competencia justo para todos los actores”.
