El motivo del lanzamiento de ambos sería, por una parte, ganar terreno en el mercado norteamericano debido a la demanda de vehículos grandes reinante en la zona; y por otro lado, poder competir de tú a tú con rivales de la talla del Land Rover Range Rover Evoque, el Mercedes-Benz GLC Coupé o el BMW X4. Además, los dos se diferenciarían por nombres del Tiguan estándar, pasando a portar los sobrenombres ‘XL’ y ‘Coupé’, respectivamente.
Lo cierto es que esta estrategia no supondrá un coste excesivamente elevado para Volkswagen, pues los dos utilizarán la ya famosa plataforma MQB del Grupo Volkswagen, base de multitud de modelos -como el Audi A3, el Volkswagen Golf, el Skoda Octavia, el Seat León o el propio Volkswagen Tiguan-. Así, la versión Coupé estará más enfocada a la deportividad, con un comportamiento más dinámico; mientras, en la variante XL primará la practicidad, creciendo su longitud en aproximadamente 11 cm.