NIO tiene un ambicioso plan de expansión en el Viejo Continente que va más allá de la mera comercialización de sus coches eléctricos. Entre los principales objetivos de la marca está introducir su infraestructura de intercambio de baterías que tanto éxito está teniendo en China. En lugar de apostar por una red de cargadores propia como han hecho otros fabricantes, NIO se posiciona a favor de las estaciones de intercambio de baterías.
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Las nuevas estaciones de intercambio de baterías apoyarán el lanzamiento del NIO ES8, el primer modelo de la marca que desembarca en Europa. Más adelante, NIO contempla ampliar su oferta de vehículos eléctricos con más opciones (todos ellos compatibles con el sistema de cambio de batería).
Gracias a las estaciones de intercambio de baterías, NIO puede ofrecer automóviles asociados a la fórmula Battery as a Service (BaaS), lo que significa que los clientes compran un automóvil sin batería a un precio más bajo y pagan una suscripción mensual por el alquiler de la batería y poder utilizar las estaciones para el intercambio. Según los datos que maneja la compañía, el 92% de los primeros clientes en Noruega optaron por este modelo de venta. A día de hoy, hay más de 200 unidades del NIO ES8 registrados en Noruega.
En China, NIO tiene actualmente operativos más de 700 centros de intercambio de baterías, y sus planes de futuro pasan por abrir otras 4.000 antes de 2025. Del total de estas nuevas aperturas, 1.000 corresponden a instalaciones más allá de su mercado local. Por lo tanto, podemos esperar que a lo largo de 2022 lleguen más estaciones de este tipo a ciertos países del Continente Europeo. Entre ellos, Alemania, donde el fabricante chino tiene la intención de debutar este mismo año.
¿Cómo funciona la estación de intercambio de baterías de NIO?
Los propietarios de un vehículo NIO pueden solicitar el reemplazo de la batería de su vehículo a través de la aplicación para dispositivos móviles del fabricante. Esta herramienta muestra información relacionada con la ubicación de las instalaciones y permite consultar la disponibilidad de baterías para completar la operación.
El proceso de extracción de la batería y su posterior colocación es automático, por lo que el conductor sólo necesita aparcar el coche en la posición indicada y esperar unos pocos minutos mientras un robot completa la operación. Las nuevas estaciones de intercambio de segunda generación permiten almacenar en su interior hasta trece baterías de 100 kW de capacidad cada una. El tiempo nos dirá si esta revolucionaria tecnología del NIO tiene futuro en Europa.
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