Seguramente hayas visto en los últimos meses que Dacia ha cambiado su imagen. Sus coches ya no lucen ese antiguo emblema, por qué no decirlo, algo simplón bajo los cánones actuales, y presentan ahora un nuevo logo de lo más moderno y vistoso representado por una ‘D’ y una ‘C’ fusionadas. Se trata de un pequeño cambio que aporta una mejora estética enorme junto con los nuevos acabados y colores que lucen sus modelos.
Pues bien, la firma del Grupo Renault nos ha invitado a la inauguración del primer concesionario de Dacia que luce la nueva identidad de marca en el interior de sus instalaciones, situado en la Avenida de Burgos, en Madrid. Este nuevo diseño será también inmediatamente adquirido por todas las concesiones de nuestro país antes de que finalice 2023. Y el evento se aprovechó para repasar el pasado, el presente y el futuro de la marca.
Sobre el pasado, Dacia se muestra muy orgullosa de sus humildes raíces de una empresa que nació en 1966 pero que no se instauró en Europa occidental hasta 2004, con la llegada del baratísimo Logan. Aquel modelo ni era muy bonito ni iba sobrado de calidades, pero resultaba muy espacioso, equipaba robustísimas mecánicas Renault y, sobre todo, ofrecía un vehículo nuevo por el precio de un usado.
Tanto es así que para muchos clientes este fue su primer coche nuevo. Después llegó el Sandero en 2008, el Duster en 2010, el Lodgy, el Dokker… y el crecimiento de la marca se expandió hasta el punto de que hoy es la tercera que más coches vende en Europa y la cuarta en España, con un 9% de cuota de mercado.
Así hasta llegar a 2023, año en el que Dacia cerrará el mejor ejercicio de su historia. Ahora bien, nada tiene que ver esta Dacia con la de 2004. Ya no es todo bajo precio, sino que ahora se basa más en una ventajosa relación valor-precio. Sus coches son mucho más caros que antes, pero también lo son los de la competencia en comparación con sus antepasados directos.
Muy lejos quedó aquello del «Sandero por 7.000 euros», sin embargo, este modelo sigue siendo el más barato del mercado actual, aunque ahora requiera el desembolso de 13.190 euros. Y la calidad de materiales de los Dacia actuales no tiene absolutamente nada que ver con la de los de hace diez o quince años. El salto fue descomunal. Lo que sí comparten los Dacia de ayer y hoy es que llevan lo esencial, no más.
¿Qué significa eso? Pues que tienen todo lo que puede ser considerado como necesario para determinado tipo de cliente, pero nada de lo que podría ser entendido como superfluo. Esa sencillez por la que se caracterizan sustenta sus bajas tarifas. Dacia sigue ofreciendo los coches con etiqueta ECO y CERO más baratos del mercado.
Y funciona. El Sandero es el coche más vendido en Europa desde 2013 y en España desde 2017, el Duster es líder de su segmento en Europa y tercero en España, y el pequeño Spring es cuarto y tercero respectivamente entre los eléctricos. Su último en llegar, el Jogger, obtuvo tal éxito que la marca se vio obligada a advertir a sus compradores de largos plazos de entrega. Aun así, hoy en día, uno de cada cuatro Dacia que se vende en España, es un Jogger.
Por cierto, la marca siempre se ha focalizado sobre el cliente particular, aunque sea muy común ver modelos Dacia convertidos a taxi o a carsharing. En España, el 80% de las ventas de Dacia son a particular. De todos ellos, el 65% financia la compra y más de la mitad de ese grupo de clientes lo hace mediante el crédito multiopción Preference, que te permite cambiar, devolver o quedarte el vehículo pasados entre tres y cinco años.
«Agotar el motor térmico hasta el último minuto»
Buena parte del plan de futuro de Dacia a corto plazo pasa por aquí, por estirar el motor térmico hasta que la legislación lo permita o hasta que el cliente de Dacia ya no lo demande. Nos lo contaba Francisco Hidalgo, Director de la marca en nuestro país. Y es algo muy inteligente porque es, simple y llanamente, lo que demanda el comprador de poder adquisitivo bajo y medio, que se ve económicamente incapaz de abrazar la electrificación y, probablemente, tampoco esté interesado en ella.
Dirás que ya hay un vehículo eléctrico en su gama. Sí, pero se trata del Spring, un modelo limitado a la ciudad, que es donde realmente es interesante un eléctrico.
Y no hablamos sólo de la gasolina, sino también de un combustible alternativo abandonado por otros fabricantes: el GLP, que permite portar la etiqueta ECO a muy bajo coste. Tanto es así que el 85% de los automóviles de GLP que se venden en España son un Dacia. El 60% de Sandero y Jogger que salen de una concesión de la marca son en versión ECO-G de gas. En el caso del Duster esa cifra es del 20% debido a que en este modelo aún está demandada la opción diésel.
¿Y en cuanto a nuevos modelos? El Spring, el Sandero, y por supuesto el reciente Jogger aún tienen recorrido. No así el Duster, que aunque su segunda generación fue presentada hace relativamente poco (en 2017), ya está en ciernes la tercera, la cual llegará en 2024.
Sin embargo, la gran novedad de Dacia para el futuro más próximo se llama Bigster, y se tratará de un SUV del segmento C con mucho con común con el Duster, pero de mayores dimensiones. Aún no hay información oficial sobre el mismo, pero será comunicada en los próximos meses.
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