Con el Stonic, Kia cumple ‘a rajatabla’ las premisas necesarias para triunfar en el segmento de moda en nuestro mercado, el de los todo camino urbanos: estética atractiva, amplias posibilidades de personalización, una gama de motores y acabados que cubra todas las necesidades, y un precio ajustado. En principio, tiene todo a su favor… pero la competencia es numerosa y, en su gran mayoría, también responden punto por punto a estos requisitos.
Entonces ¿qué puede ofrecer el Stonic para sobresalir del resto? Desde un punto de vista objetivo, no demasiado: el equipamiento es bastante completo desde el acabado más sencillo -cuatro elevalunas, luces con encendido automático, faros antiniebla, control de crucero y limitador de velocidad, Android Auto y CarPlay…- y la habitabilidad es bastante buena, sobre todo en altura libre al techo. En el resto de aspectos, está en la media -por rendimiento de los motores, por ejemplo- o por debajo de sus rivales, como por capacidad de maletero -332 litros- o confort de marcha.
No obstante, desde un punto de vista más general, el Stonic no es menos recomendable que los ‘reyes’ del segmento -Peugeot 2008 y Renault Captur-… y su diseño es más moderno y desenfadado. Además, Kia es la única marca que ofrece siete años de garantía, y tres años de mantenimiento gratuito.
En cuanto a la gama de motores, hay tres disponibles… aunque sólo dos de ellos son recomendables; el más básico, un 1.2 atmosférico de gasolina con 84 CV, queda como una opción más orientada a flotas. Por un lado, está el gasolina 1.0 T-GDi con 120 CV, mientras que la opción diésel pasa por un 1.6 CRDi de 110 CV.
KIA STONIC: su interior
El salpicadero del Stonic no presenta un diseño especialmente original -de hecho, es exactamente el mismo que el del Rio-, aunque sí resulta muy funcional; en muy poco tiempo te adaptas a él, ya que la ubicación de los mandos es muy lógica.
Buena calidad, pero… Los materiales plásticos empleados son duros en todas las zonas y los ajustes son buenos. Sí es reprochable que los huecos portaobjetos -sobre todo el más grande, situado en la consola central- no dispongan de superficie antideslizante.
Para todas las tallas: El puesto de conducción es sorprendentemente amplio en relación al tamaño exterior del coche y permite el acomodo de personas de elevada estatura. Detrás hay un espacio para las piernas normal, mientras que la altura libre al techo es holgada; la anchura, en cambio, es insuficiente para que tres adultos puedan viajar con comodidad.
No hace falta más: El acabado básico Concept ya incluye elementos como el volante y el pomo del cambio en cuero, volante multifunción, ordenador de a bordo, aire acondicionado, cuatro elevalunas eléctricos… No obstante, vale la pena optar por la terminación intermedia -Drive-, que por 1.300 euros más añade retrovisores plegables eléctricamente, cristales traseros oscurecidos, navegador, reposabrazos central delantero, una toma USB para las plazas traseras…
Conectividad: Toda la gama dispone de serie de Android Auto y Apple CarPlay, algo poco habitual en este segmento. El sistema de navegación, de serie para los dos acabados superiores, cuenta con servicios TomTom: tráfico en tiempo real, previsión meteorológica y radares fijos. Por el contrario, no existe posibilidad de crear una red Wifi en el habitáculo -el Opel Mokka X sí la tiene-.
KIA STONIC: En marcha
El KIA Stonic está creado sobre la plataforma del Rio… aunque, en marcha, ambos coches se parecen muy poco. La suspensión del recién llegado es claramente más dura y, por ello, resulta menos confortable sobre carreteras bacheadas. De este modo, se logra una notable agilidad en curva, impropia de un vehículo de su segmento, algo en lo que también colabora una dirección muy rápida. Además, destaca el empleo de discos de freno en el eje trasero; rivales como el Ford EcoSport o el Renault Captur usan tambores.
El motor convence
El bloque tricilíndrico 1.0 responde muy bien en toda la gama de revoluciones. No es un empuje contundente, aunque sí muy constante entre 1.500 y 5.000 rpm. Pese a tratarse de un tricilíndrico, su funcionamiento pasa bastante desapercibido al ralentí y en la zona baja del cuentarrevoluciones; sin embargo, al sobrepasar las 4.000 rpm, se escucha con mayor claridad. Va unido a una caja de cambios manual de seis velocidades, que tiene un tacto preciso pero unos recorridos largos entre marchas.
Puede consumir poco
El consumo del Stonic con este motor varía bastante en función del estilo de conducción: puede rondar los 8 l/100 km si no tenemos ‘compasión’ del acelerador, y bajar por debajo de 6 l en una conducción relajada. Durante la toma de contacto en los alrededores de Berlín -Alemania-, con un recorrido mayoritario por carretera, el ordenador de a bordo reflejaba 6,5 l/100 km.
¿Interesa el diésel?
El 1.6 CRDi de 110 CV da mayor sensación de empuje y su consumo es en torno a 1,5 l/100 km inferior al de gasolina… aunque es mucho más ruidoso al ralentí y a baja velocidad. La diferencia de precio no es grande -1.200e más-, de modo que no es una mala opción, sobre todo si se realizan más de 20.000 km/año.
¿Lo quieres automático? Entonces, espera…
A mediados de 2018 llegará el cambio automático de doble embrague 7DCT para el motor 1.0 T-GDi de 120 CV. Tendrá un sobreprecio de unos 1.600 euros.
Lo que llegará… y lo que no en el KIA Stonic
1.0 t-GDi 100 cv: En 2018, se añadirá a la gama una versión menos potente del tricilíndrico de gasolina, que ya se ofrece en el Kia Rio. Costará unos 1.000e menos que el de 120 CV.
Versión híbrida: La marca ha confirmado que no habrá una versión híbrida del Stonic, ya que ese hueco lo tienen cubierto con el Niro. Tampoco está previsto el lanzamiento de un eléctrico.
Nuestro veredicto del KIA Stonic
Quien busque un SUV urbano que, además, aporte cierta diversión al volante a un precio ajustado, tiene en el Stonic una excelente opción.