Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC+: primera prueba

El segmento de los compactos deportivos ha cambiado mucho en los últimos años, tanto que se han creado dos ligas, la de los GTI ‘convencionales’ que no pierden de vista la racionalidad y mantienen su potencia por debajo de los 300 CV y la de los ‘supercompactos’ que son capaces de superar los 400 CV.

En el segundo caso hablamos de los herederos de una estirpe de compactos de alto rendimiento que, hace unos 15 años, marcaban la diferencia a través de los motores de seis cilindros y los sistemas de tracción total –Volkswagen Golf R32, Alfa Romeo 147 GTA, etc.–, sin embargo, los fabricantes ya no tratan de hacer el compacto más refinado y rápido del segmento, sino auténticas bestias capaces de plantar cara a modelos de categorías superiores.

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Y es que, desde el lanzamiento del Ford Focus RS 500 de 350 CV, las marcas libran la particular batalla de desarrollar el compacto más potente del mundo. Ese título ha pasado por las manos de Ford, más tarde por las de Mercedes con el A 45 AMG de primera generación y luego por las de Audi con el RS 3 Sportback de 400 CV.

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Ahora, Mercedes-AMG se ha propuesto volver a lo más alto con la segunda generación del A 45, aunque esta vez lanza dos versiones de este modelo, la convencional de 387 CV y otra con extra de músculo que añade la letra S a su apellido para indicar que tiene 421 CV, es decir, 21 CV más que el Ferrari 360 Módena de 1999.

Como su propio nombre indica, el A 45 se posiciona por encima del A 35 y, además de ser el compacto más potente del mercado, también es el compacto más potente de la historia. Pero, ¿tanto se diferencian el A 35 y el A 45 S? Para comprobarlo, nos hemos quedado cerca de casa, concretamente en el circuito del Jarama, el lugar escogido por Mercedes-AMG para presentar el nuevo A 45 S a la prensa de todo el mundo. Para conducir el A 45 de 387 CV tendremos que esperar unas semanas.

Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC+: así es por fuera

Por fuera, el A 45 S se distingue por las llantas de 19″ de diseño específico –las de los A 35 y A 45 básico son de 18″–, los pasos de rueda ligeramente sobredimensionados, dos nervaduras que recorren el centro del capó, las cuatro salidas de escape circulares con un diámetro de 90 mm en lugar de las dos ovaladas del A 35, las pinzas de freno de color rojo, los paragolpes más anchos que mantienen los deflectores de viento laterales, un splitter frontal y, por primera vez en la gama compacta de la marca, la parrilla Panamericana con lamas verticales que utilizan los AMG más especiales.

Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC+: así es por dentro

Mercedes-AMG, sin embargo, no ha aprovechado la oportunidad de diferenciar más el interior, que prácticamente es idéntico al del A 35 y cuenta con los mismos asientos deportivos o pedales de aluminio, si bien la variante A 45 S recibe detalles específicos de color amarillo o el volante AMG Performance en Alcantara, que incluye un selector de modos de conducción en forma de mando circular y otros dos botones que modifican el tarado de la suspensión y la sonoridad del escape.

El sistema de doble visualización con una pantalla para la instrumentación digital y otra táctil central es, en apariencia, el mismo que emplean el resto de Clase A, pero cuenta con funciones exclusivas, como G-Meter que mide fuerzas de aceleración longitudinal y transversal, o el Racetimer con datos del motor, cronómetro y tiempos por vuelta en circuito.

Hasta hace poco, la telemetría quedaba reservada para los equipos de carreras, pero esta es otra prueba más de la evolución a la que hemos asistido en los últimos meses. Y es que el Mercedes-AMG A 45 S cuenta con todo lo necesario para disfrutar de un trackday; es más, es un serio candidato a terminar el día en lo más alto de la tabla de tiempos.

Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC+: así va

El motor 2.0 turbo de 421 CV es el principal responsable de ello. Para lograr estas cifras de potencia, los fabricantes suelen recurrir a propulsores más grandes, pero Mercedes-AMG ha seguido apostando por un bloque de cuatro cilindros y, después de dar varias vueltas al Jarama, queda claro que han acertado. El A 35 de 306 CV empuja muchísimo, pero el A 45 S de 421 CV es demoledor.

Gracias al sistema de tracción total AMG Performance 4MATIC+ se pueden exprimir al máximo los 421 CV y 500 Nm de par que están a disposición del pie derecho, pero no hay que pasar por alto el trabajo de la electrónica –con las ayudas activadas, conducir a fondo es muy fácil– y del resto de componentes.

La suspensión es más firme que la del A 35 y, en el modo de conducción RACE, resulta mucho más seca, pero es incuestionable su efectividad a la hora de contener cada mínimo movimiento de la carrocería. Por otro lado, la dirección con barra de cremallera específica y desmultiplicación variable es muy directa y permite realizar cambios de dirección sorprendentemente rápidos para lo que cabría esperar en un compacto que supera los 1.600 kg.

La puesta a punto del chasis y la fuerza bruta del motor compensan los kg de más y, gracias a ello, el Mercedes-AMG A 45 S se desmarca del A 35 S y logra ser algo más que un rapidísimo compacto con la dosis de practicidad necesaria para utilizarse en el día a día.

Ficha técnica: Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC+

Motor	4 cilindros, 1.991 cc, turbo
Potencia máx.	421 CV (310 kW) a 6.750 rpm
Par máximo	500 Nm a 5.250 rpm
Cambio	Automático de ocho velocidades
Tracción	A las cuatro ruedas
Suspensión	Adaptativa controlada electrónicamente
Dimensiones	4.445 / 1.850 / 1.407 mm
Peso	1.620 kg
Neumáticos	245/35 R19
Velocidad máx.	270 km/h (Paquete AMG Driver)
0-100 km/h	3,9 segundos
Consumo combinado	8,3 – 8,4 L/100 km