En cualquier caso, el Mini John Cooper Works Rally está basado en el renovado Mini Countryman, pero con diversos elementos puestos a punto de manera específica por la marca filial de BMW y por X-Raid. Entre otras modificaciones, este modelo ha mejorado su reparto de pesos, su gestión térmica, su aerodinámica y su bastidor, además de disponer de un centro de gravedad más bajo y de un nuevo mapeo del motor.
Su exterior también presenta cambios comparado con el Countryman de producción, y es que su carrocería realizada en fibra de carbono y Kevlar incorpora una llamativa toma de aire en el techo. La suspensión es especial y está fabricada por Reiger Racing Suspension: es ajustable y tiene un recorrido máximo en cada rueda de 250 mm. En cuanto a los discos de freno, son ventilados de 320 mm con pinzas de seis pistones.
Por último, el motor de este Mini John Cooper Works Rally es un bloque diésel de seis cilindros y 3.0 litros con dos turbos y una potencia de 340 CV a 3.250 rpm. Su par motor máximo está cifrado en 800 Nm a 1.850 rpm y la entrega de la fuerza ha sido modificada para reducir el consumo de combustible. Además, para incrementar el rendimiento este vehículo cuenta también con una caja de cambios Sadev de seis velocidades, un embrague AP Racing y un sistema de escape Akrapovic.