Mini es un nombre con gran tradición e historia dentro del mundo del automóvil. Aquel minúsculo vehículo con “un habitáculo sorprendentemente espacioso” -según las revistas especializadas de la época- ha vuelto a renacer 52 años después de la mano de una de las marcas más prestigiosas del mercado, BMW.
Por dentro y por fuera
Exteriormente, ha crecido en todas las dimensiones -57 cm de largo, 17 de ancho y cinco de alto-.
El diseño, convenientemente adaptado a nuestro tiempo, resulta mucho más robusto e `inflado´, aunque sigue conservando los rasgos de esa línea tan simpática y sugerente que antaño hizo famoso al anterior Mini. Y es que este automóvil es capaz de acaparar más miradas a su paso que deportivos de mayor potencia y precio.
El espacio interior, como es natural, ha sido el gran beneficiado del mencionado aumento de tamaño exterior.
Cuatro personas pueden ir cómodas durante trayectos cortos aunque el espacio justo en algunas cotas -como del que disponen para sus piernas los pasajeros de atrás-, y las durassuspensiones -como veremos más adelante- provocan que el cansancio aparezca en poco tiempo.
Por otro lado, la postura al volante -forrado en cuero y regulable en altura- es buena gracias a la disposición de los mandos y a la ubicación de la palanca de cambios -ideal por tacto y precisión-.
Lo que no termina de convencernos es la calidad de acabado: en varias unidades que han pasado por nuestra redacción se percibían algunos ruidos de desajuste y el tacto de los materiales no era todo lo bueno que se espera de un producto respaldado nada menos que por BMW.
El portón posterior dispone de apertura eléctrica. El mando que lo acciona está en la parte superior de la matrícula.
Las llantas de 15 pulgadas son de serie y montan neumáticos de 175/65.
El equipo de frenos se compone de cuatro discos.
Todo recuerda a aquel Mini de 1950. Los faros traseros -pequeños pero muy eficaces- son buena prueba de ello.
Los faros delanteros proporcionan una iluminación muy buena. Si se desea, se pueden montar opcionalmente lámparas de xenón -559 €-.
El cuentarrevoluciones y el cuentakilómetros parcial -este último digital- están situados en un mismo reloj; se consultan de forma rápida y sencilla.
Entre los asientos delanteros existe un portalatas y un curioso cenicero portátil -ambos de plástico-, que puede moverse para que sea utilizado por cualquier ocupante.
En la consola central, bajo los mandos de la ventilación, se sitúan unos atractivos interruptores similares a los de los aviones y que manejan los elevalunas, el cierre centralizado… pero son complicados de accionar.
Incluso las palancas situadas a ambos lados del volante -que accionan el alumbrado, los intermitentes y el limpiaparabrisas– están pintadas en color gris.
Cómo va
Por lo que respecta al motor, a pesar de que esta versión cuenta sólo con 90 CV y unos desarrollos del cambio largos, mueve con suficiente soltura al bastante pesado Mini -1.115 kg-.
El motor sube de vueltas con rapidez y ofrece lo mejor de sí a partir de 4.000 rpm.
La dirección, con asistencia eléctrica, transmite con fidelidad lo que ocurre entre el coche y la carretera; su principal defecto es su gran diámetro de giro -10,7 metros-, el espacio que necesita para manibrar es demasiado elevado para un coche tan compacto.
En cuanto al comportamiento, el Mini es un vehículo muy estable, divertido, eficaz en cualquier trazado… aunque tiene un inconveniente: las suspensiones resultan demasiado enérgicas.
Es decir, llevar este coche en zonas de curvas es lo más parecido a conducir un kart, pero circular por carreteras secundarias con el asfalto un poco bacheado se convierte en un auténtico suplicio para los ocupantes.
Por último, el Mini One no es precisamente barato, pero si se tiene en cuenta su imagen exclusiva, así como el amplio equipamiento de serie -actualmente regala el aire acondicionado-, las diferencias por precio con rivales de este segmento son mínimas. Entonces, ¿quién dice que el Mini sólo es un capricho?
Veredicto
El One es ágil y divertido de conducir en tramos con curvas,aunque resulta pequeño para realizar largos viajes con cuatro personas y su equipaje
Lo que otros no te cuentan
En ciudad.- El reducido tamaño exterior junto al consumo moderado y el buen escalonamiento del cambio en las primeras marchas, son las principales armas del Mini para desenvolverse con soltura en el tráfico urbano. Sólo el diámetro de giro resulta grande para un coche de este tamaño.
En carretera.- Las suspensiones descuidan demasiado la comodidad de los pasajeros en cuanto el firme no es totalmente liso. Es necesario estirar las marchas hasta que la aguja del cuentarrevoluciones alcanza casi la zona roja para circular de forma alegre por carreteras secundarias.
En autopista.- Incluso con cuatro personas mantiene con facilidad velocidades de crucero elevadas -140 km/h-, aunque la sonoridad se vuelve bastante molesta. Es mejor reducir a cuarta para afrontar pendientes pronunciadas si no se quiere perder ritmo, ya que la potencia disponible es justa.
Aspecto imponente.- Al abrir la puerta destaca el atractivo aspecto de su salpicadero de estilo retro, pero recubierto por planchas que imitan el aluminio. La instrumentación se sitúa en la parte central, a excepción del cuentarrevoluciones, ubicado encima del volante. Los mandos tienen un tacto correcto, aunque las salidas de aire son duras de manejar. En lugar de guantera dispone de una bandeja que se extiende por todo el salpicadero. De serie, ofrece airbags frontales y laterales y, en opción, existen los de cortina -337 €-.
Pensado principalmente para la gente joven… El interior está homologado sólo para cuatro ocupantes. Los asientos de las plazas delanteras son cómodos y sujetan bien el cuerpo, con un espacio generoso incluso para personas de talla elevada. En la parte posterior, la altura también es notable, pero lo que limita su practicidad es tanto la anchura como el espacio disponible para las piernas de los pasajeros; al menos dispone de sendos reposacabezas. El acceso a esta zona resulta complicado y el sistema para abatir el asiento no es muy práctico.
Velocidad… 185 km/h. Cifra muy buena para su nivel de potencia. La seguridad a ese ritmo es elevada… al igual que el ruido.
Frenada… 38,9 m a 100 km/h. Los cuatro discos de freno, el ABS, el EBD y el CBS garantizan una capacidad de detención sobresaliente.
Aceleración… 11,7 seg de 0 a 100 km/h. La potencia es modesta, pero la buena motricidad y el cambio rápido favorecen el resultado.
Consumo… 6,7 l /100 km. El gasto medio es bastante contenido, dadas las buenas prestaciones.
Rivales
Ofrecemos tres interesantes alternativas al Mini. Los hemos elegido por su atractiva estética, cualidades deportivas y precio asequible a todos los bolsillos. Coches ideales para quienes buscan algo que se salga de lo habitual.
MG ZR 105 1.4 3P.
Precio: 14.040 €
Potencia: 103 CV
Velocidad máxima: 179 km/h
Consumo: 6,8 l/100 km
Tamaño: 399 x 169 x 142 cm
Maletero: 304 litros
El ZR rezuma deportividad por los cuatro costados. Destaca tanto por su línea agresiva así como por su brillante comportamiento, con unas duras suspensiones. Es más coche, pero su motor ofrece un rendimiento algo inferior a los otros.
SEAT AROSA 1.4 16V SPORT.
Precio: 13.850 €
Potencia: 100 CV
Velocidad máxima: 188 km/h
Consumo: 6,6 l/100 km
Tamaño: 355 x 164 x 146 cm
Maletero: 130 litros.
Es el que cuenta con las dimensiones más reducidas -3,55 metros de largo-. Sus prestaciones son mejores que las del One; a cambio, su comportamiento no resulta tan eficaz en zonas de curvas y su diseño es muy convencional.
TOYOTA YARIS 1.5 T SPORT.
Precio: 14.625 €
Potencia: 106 CV
Velocidad máxima: 180 km/h
Consumo: 5,8 l/100 km
Tamaño: 361 x 190 x 150 cm
Maletero: 205 litros.
Ofrece un comportamiento tan ágil que cuando vamos muy rápido es el más exigente de los tres. Sus 106 CV le permiten unas prestaciones buenas -el coche pesa poco- y un consumo bajo. La habitabilidad es otro de sus puntos fuertes.
Ficha técnica y gama
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