Muchos de los que tenían pensado adquirir uno de los denominados súper GTI -léase VW Golf R32, Alfa 147 GTA…- tendrán que volver a replantearse muy seriamente su elección cuando descubran el último coupé de Mazda: un modelo de precio y potencia similar a los mencionados vehículos, pero con un estilo mucho más impactante. No es de extrañar, por tanto, la enorme expectación que ha causado desde que comenzara a mostrarse en los salones del automóvil, aún como prototipo, hace un par de años.
La versión definitiva recupera las siglas RX, sinónimo de deportividad y personalidad dentro de esta firma japonesa y, a pesar de su silueta, lo que le hace realmente único, se encuentra bajo el capó: un motor rotativo denominado Renesis. Se trata de un propulsor que por su innovador concepto y excelente rendimiento ha obtenido el premio al mejor ‘Motor Internacional del año 2003’. Un consejo, si quieres comprarlo, date prisa: ya hay lista de espera hasta diciembre.
Con un precio de 37.420 €, el Mazda RX-8 se sitúa en inmejorable posición con respecto a sus más directos competidores.
Por dentro y por fuera
Apesar de tener un generoso tamaño exterior y contar con cuatro puertas, el RX-8 no es de los coupés más amplios de su categoría. Las plazas traseras ofrecen un espacio bastante justo, especialmente en altura; esto, unido a la escasa superficie acristalada y a la presencia del voluminoso túnel de transmisión central, hace que los viajes largos resulten agobiantes. Por lo demás, el habitáculo del RX-8 resulta muy original y atractivo, con una calidad de terminación notable y un diseño tan personal como el de la carrocería. Un buen ejemplo es la instrumentación, presidida por un gran cuentarrevoluciones analógico de gran tamaño que alberga en su interior un velocímetro digital. En la consola central se encuentran la pantalla del navegador, los mandos del equipo de sonido y los del climatizador, tres elementos que son de serie. Por último, la postura de conducción es bastante buena: los asientos son muy cómodos y sujetan bien el cuerpo, y el volante -que incorpora de serie mandos para el manejo de la radio y del control de velocidad- tiene un tacto y grosor excelentes, pero no dispone de regulación en profundidad.
Con las cuatro puertas abiertas, el acceso al habitáculo resulta muy sencillo. A pesar de ser un deportivo, no se ha descuidado la practicidad, ya que cuenta con numerosos huecos portaobjetos, incluido uno muy amplio situado en el túnel de transmisión central.
Junto al alejado freno de mano se sitúan los botones del navegador -de serie-. El tacómetro, tarado hasta 10.000 rpm, preside una completa instrumentación. Los pedales están acabados en aluminio. El pomo del cambio, de seis velocidades, imita la forma de un rotor.
Los faros, de cubierta lisa y transparente, incorporan lámparas de xenón para la luz de cruce, nivelación automática de altura y lavafaros por chorro a presión. Van integrados en las aletas, y dan un toque ‘retro’ al frontal; más abajo se emplazan los antiniebla, también de serie.
La toma de aire frontal con cinco puntas le identifica como un Mazda. El problema es que es tan grande que la matrícula debe ir situada en su parte inferior,lo cual ‘rompe’ la armonía del conjunto. La solución: haber colocado una más pequeña a un lado del paragolpes, al estilo de los Alfa 147 y 156.
Los pilotos traseros, de cubierta transparente, presentan un diseño que recuerda, por su forma y distribución, a los del anterior RX-7. Su luminosidad resulta excelente.
Las llantas de aleación de cinco radios y 18” tienen un diseño muy atractivo y permiten una buena refrigeración de los frenos; estos últimos cuentan con discos ventilados de generosa medida: 323 mm delante y 301 detrás.
Cómo va
En el aspecto dinámico, el RX-8 es un coupé deportivo… aunque sin llegar a ser radical o apto exclusivamente para pilotos ‘expertos’. De hecho, la suspensión tiene un tarado ligeramente blando que beneficia el confort de marcha y suaviza sus reacciones. Pese a ello, la respuesta del Mazda en una conducción deportiva es muy buena gracias, entre otros motivos, al excelente reparto de pesos -50% en cada eje-; de cara a la seguridad pasiva, tanto el control de tracción como el de ESP son de serie y desconectables a voluntad del conductor.
Por lo demás, la dirección, con asistencia eléctrica, ofrece un tacto perfecto, al igual que el cambio de seis velocidades, mientras que los frenos aguantan sin problemas un trato exigente. Pero todo queda a un lado cuando hablamos de su motor rotativo. Basta con arrancarlo para que su sonido, poco convencional, demuestre que es un propulsor diferente a cualquier otro. Una vez en marcha, su faceta más sobresaliente es que puede girar hasta a 9.500 rpm, ofreciendo su respuesta más contundente entre las 6.000 y las 8.000 vueltas, y envuelto siempre en un atrayente sonido… que puede acabar cansando. Sus prestaciones son muy buenas, aunque el consumo es elevado.
Veredicto
Tiene tantas puertas como una berlina, un motor capaz de girar como el de una moto, un diseño típico de un deportivo… A día de hoy, pocos modelos ofrecen tanta singularidad.
Lo que otros no te cuentan
Te recibe con los brazos abiertos. El RX-8 se distingue del resto de sus competidores por su carrocería coupé… de cuatro puertas y otras tantas plazas. Las puertas traseras son de menor tamaño, no tienen ventanilla practicable y se abren en sentido contrario al habitual, aunque para hacerlo es necesario abrir primero la puerta delantera: Mazda lo denomina ‘Freestyle’. Como no tiene pilar central, las puertas traseras incorporan refuerzos para mantener una buena seguridad en caso de colisión lateral.
Qué justo. El maletero del RX-8 ofrece una capacidad de 290 litros, una cifra destacable frente a sus competidores, pero limitada por dos problemas: el primero es la reducida boca de carga, al no emplear un práctico portón, sino una pequeña tapa; el segundo, es que sus formas son muy irregulares, y no permiten un aprovechamiento pleno del espacio. Con objeto de conseguir la mayor capacidad posible, el RX-8 prescinde de rueda de repuesto, incorporando en su lugar un kit anti-pinchazos no muy útil, pues sólo sirve para reparar pequeñas fisuras, pero no en caso de reventón o pinchazo de mayor consideración.
¿Qué es el Renesis? El motor rotativo del RX-8 -también llamado ‘de tipo Wankel’, debido al nombre de su inventor- consta de dos rotores de forma triangular introducidos en una carcasa ovalada, cada uno de los cuales tiene 654 cc y tres cámaras de combustión -una en cada cara del rotor-. Según va girando, el rotor realiza los clásicos tiempos de admisión, compresión, explosión y escape de un motor tradicional. En conjunto, equivaldría a un motor de seis cilindros y, con respecto a este, el rotativo presenta un tamaño más reducido y un funcionamiento más suave. En cuanto a fiabilidad, la marca asegura que alcanza sin problemas los 240.000 kilómetros.
Rivales
AUDI TT 3.2 QUATTRO AUT.
Precio: Desde 46.010 €
Potencia: 250 CV
Velocidad máxima: 250 km/h
Consumo: 9,8 l/100 km
Tamaño: 404 x 176 x 135 cm
Maletero: 270 litros
Ofrece unas prestaciones similares al Mazda, pero su espacio interior es menor y tiene un precio bastante más elevado.
Cambio automático DSG, motor.
Espacio interior, precio.
MAZDA MX-5
Precio: Desde 41.100 €.
Potencia: 231 CV.
Velocidad máxima: 250 km/h
Consumo: 9,1 l/100 km
Tamaño: 449 x 176 x 137 cm
Maletero: 410 litros
Cuenta con cinco plazas, pero sólo dos puertas laterales. El motor de seis cilindros es insuperable por prestaciones y consumo.
Acabado y buenas prestaciones.
Línea bastante más clásica.
NISSAN 350Z
Precio: Desde 40.950 €.
Potencia: 280 CV.
Velocidad máxima: 250 km/h
Consumo: 11,4 l/100 km
Tamaño: 431 x 181 x 131 cm
Maletero: n.d.
El deportivo de Nissan saldrá a la venta en octubre con un motor 3.5 V6 de 280 CV, que le sitúa a la cabeza en cuanto a potencia.
Relación precio-potencia.
Interior sólo para dos personas.
Ficha técnica y gama
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