En Autofácil comprobamos las cifras reales de consumo de todos los vehículos de pruebas que pasan por nuestra redacción. Se trata de modelos nuevos, que normalmente tienen entre 2.000 y 7.000 km, y están perfectamente revisados. Suelen corresponder a los acabados más completos e incluyen la mayoría de las opciones -los ‘extras’ elevan el peso del coche, lo cual influye directamente en el consumo-, así como llantas de mayor tamaño que las de serie, algo que conlleva el empleo de unos neumáticos más anchos… que también perjudican el gasto de combustible.
Analizamos…
Los datos técnicos.
Lo hacemos siempre antes de comenzar las pruebas para conocer a fondo el coche: desarrollos de la caja de cambios, neumáticos empleados, presiones recomendadas, régimen al que el motor entrega el par y la potencia máximos, capacidad del depósito de carburante…
En el banco
En las instalaciones de Demac, comprobamos el par y la potencia máximos que desarrolla el propulsor de nuestra unidad de pruebas. Así, podemos conocer cómo es la respuesta del motor en todo momento y obtener información útil para afrontar todas las pruebas.
Preparativos
Es fundamental ajustar las presiones de los neumáticos, según lo recomendado por el fabricante. Las pruebas de consumo se realizan por la mañana y evitando los días de lluvia para no tener que conectar las luces y los limpiaparabrisas; todos estos factores aumentan el consumo. También apagamos la radio. Sin embargo, sí llevamos puesto el aire acondicionado -o el climatizador, en aquellos modelos que lo llevan-. Por supuesto, las ventanillas siempre están cerradas y, en el caso de los modelos descapotables, se circula con el techo puesto.
Las rutas
Hemos diseñado tres recorridos: cada uno empieza y termina en un mismo punto y se completan tanto en sentido de ida como de vuelta, de forma que se compensan los tramos de subida con los de bajada. La primera ruta es por autopista y suponen 177 km de distancia; la segunda discurre por carreteras secundarias, con subidas y bajadas poco pronunciadas, y cubre 109 km. Por último, la tercera ruta es la de consumo urbano y recorremos 64 km, incluyendo un pequeño trayecto por una vía de circunvalación limitada a 70 km/h.
Así los conducimos
Los cambios de marcha se efectúan a un régimen de revoluciones normal, sin apurar mucho el motor y sin dejar que caiga demasiado de vueltas. Si el modelo es automático, se emplea siempre la posición D del cambio -cambia de marcha por sí solo de la forma más eficiente-. Además, en los tramos de carretera en los que es posible, se utiliza el control de velocidad, regulándolo a la velocidad máxima legalmente permitida en cada tramo y circulando en la marcha más larga posible.
El método de repostaje
Siempre empleamos carburante BP Ultimate, pues tenemos un acuerdo de colaboración con esta firma petrolera. 1.- Antes de comenzar cada prueba de consumo, el depósito se llena hasta que rebose -hay excepciones, como en los Ford Fiesta actuales que, cuando la pistola del surtidor ‘salta’ en dos ocasiones, no permiten introducir más carburante-. 2.- Después, se realizan las rutas y, al terminar cada una de ellas, se vuelve a llenar el depósito por completo en el mismo surtidor. 3.- Los litros nos indicarán, con una simple regla de tres, cuál ha sido el consumo real de ese modelo: por ejemplo, si en la ruta de 177 km el coche ha consumido 10,77 litros, su gasto cada 100 km será de 6,2 l/100 km. Nuestra experiencia, tras realizar con un coche el mismo recorrido en varias ocasiones, nos ha demostrado que estos datos tienen un margen de error de +/- 0,4 l/100 km.