Debajo de la carrocería del Octavia RS se esconde la plataforma MQB que emplean otros modelos del grupo VAG como el Audi A3 o el VW Golf. Además, esta variante se puede elegir con un motor 2.0 TFSI de 220 CV –el mismo del Golf GTI– o un 2.0 TDI de 184 CV –igualito al del Golf GTD–. Esta variante incluye una serie de modificaciones que lo distinguen con claridad de sus hermanos de gama más ´modestos´. Así, el RS añade paragolpes deportivos, alerón, una doble salida de escape, etc. Por dentro, destacan unos excelentes asientos deportivos, que sujetan bien el cuerpo y son cómodos al mismo tiempo, incluso cuando cubrimos largas distancias. También llama la atención el grueso volante de tres radios.
Las mecánicas disponibles se pueden asociar a un cambio automático de doble embrague DSG de seis marchas –por 1.620 euros– y se pueden combinar con una práctica carrocería familiar denominada Combi –800 euros más respecto a la berlina– que hace que la capacidad del siempre enorme maletero aumente de 590 a 610 litros –el espacio para los pasajeros traseros permanece inalterado, con un gran hueco para las piernas y suficiente distancia al techo–.
Ya en marcha, ambos propulsores no defraudarán a nadie por prestaciones, ya que el 2.0 TSI acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 seg. y alcanza una velocidad punta de 248 km/h –6,9 seg. y 245 km/h si lo eliges DSG– y, el 2.0 TDI, registra un 0 a 100 km/h en 8,2 seg. y una punta de 230 km/h –8,3 seg. y 228 km/h en el caso del automático–. La gran diferencia entre ambos es, evidentemente, el gasto medio: el gasolina declara un consumo de 6,2 l/100 km –6,4 l/100 km el DSG– y, el diésel, 4,6 l/100 km –5,1 l/100 km la versión automática–.
Como en la mayoría de los modelos modernos del Grupo VAG, la dirección tiene un tacto algo inerte pero, al menos en este caso, al ser más directa que en los Octavia ´normales´, hace que el chasis se perciba bastante ágil a la hora de enlazar curvas, algo a lo que sin duda colabora la suspensión, que tiene un tarado más duro y deportivo que la de cualquier otro Octavia –además de posicionar la carrocería 15 mm más cerca del suelo–. Por su parte, los frenos ofrecen un rendimiento destacable y el tacto del pedal permite modular con precisión las distancias.
En cambio, el tacto de la suspensión deportiva resulta menos agradable, ya que se muestra algo seca para tratarse de un coche familiar. Consigue un excelente control de los movimientos de la carrocería, pero se muestra algo ‘rebotona’ circulando sobre asfalto bacheado. Desafortunadamente, el RS no puede incorporar la amortiguación adaptativa DCC del Golf GTI –que ofrece un compromiso excelente entre confort y deportividad–. Por otro lado, el RS al igual que el 1.8 TSI, cuenta con un eje trasero multibrazo que ofrece un funcionamiento más confortable y eficaz que el eje torsional del resto de versiones.
No obstante, el Octavia RS también incorpora otros elementos de equipamiento procedentes del Golf GTI, como la mencionada dirección paramétrica –de asistencia variable– o la última evolución del diferencial electrónico XDS+, capaz de frenar ligeramente las ruedas interiores al giro para proporcionar un paso por curva más rápido y eficaz.
Los precios, sin promociones, son los siguientes:
| BERLINA | |
| 2.0 TDI CR 184CV | 30.080 € |
| 2.0 TDI CR 184CV DSG | 31.710 € |
| 2.0 TSI 220CV | 30.640 € |
| 2.0 TSI 220CV DSG | 32.260 € |
| COMBI | |
| 2.0 TDI CR 184CV | 30.880 € |
| 2.0 TDI CR 184CV DSG | 32.510 € |
| 2.0 TSI 220CV | 31.440 € |
| 2.0 TSI 220CV DSG | 33.060 € |
