El concepto de urbano deportivo evolucionó y mejoró tanto que llegó a su cénit. Quién sabe si por no poder mejorarlos más, murieron. Aunque a mí me huele más a que las marcas ya tiran en otra dirección, una mucho menos apasionante. Queda el VW Polo GTI… y no muchos más.
Hasta el Hyundai i20 N se ha ido. O el Ford Fiesta ST. Iconos de este subsegmento. Pero bueno, aún podemos seguir disfrutando de la versión deportiva del Volkswagen Polo, aunque todo apunta a que no por mucho tiempo más. No habrá sucesor.
De modo que hacerte con uno ahora adquiere más atractivo porque puede que no haya más oportunidades de hacerte con coches así nuevos. Este Polo además es súper polivalente porque no es un deportivo muy marcadamente deportivo.

Es decir, es deportivo, pero lo suficientemente poco para que sea perfectamente utilizable en otras circunstancias más allá de las lúdicas, como en tu día a día o yéndote de vacaciones.
Se lo permite porque su motor 2.0 TSI no gasta mucho en la práctica, siendo fácil mantenerlo a raya por debajo de 8,0 L/100 km. Y con un más que aceptable confort y 305 litros de maletero, también te vale para viajar.

Sin embargo quien se compra un Polo GTI lo que quiere es disfrutarlo en otras circunstancias, esas que te permiten explotar sus 207 CV de potencia con los que acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos vía una caja de cambio DSG de siete velocidades.
Por cuánto puedes tener un Polo GTI
Tienes esencialmente dos vías. Una es la compra tradicional. El precio del coche, de 31.385 euros, queda reducido a 30.500 euros si financias al menos 15.000 euros a no menos de 60 meses con Volkswagen Financial Services.
Por otra parte, tienes la financiación My Way, que es flexible porque transcurridos tres años puedes devolver el coche. Aquí pagas una entrada de 7.053,21 euros a lo que le siguen 36 cuotas mensuales de 240 euros. Pasados los tres años, lo dicho, o lo devuelves, o abonas lo restante, que asciende a 21.940,76 euros. En este programa, además, se incluye el mantenimiento por cuatro años o 60.000 km.
Elijas la vía que elijas, el Volkswagen Polo GTI es uno de esos coches que, cuando termine yéndose, lo lamentaremos. Quizá no seamos conscientes de hasta qué punto.
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