Hay modelos de coches, generalmente deportivos, que tras el paso de las generaciones y su impacto en el mercado y en la cultura, se convierten en mitos. Otros, sin embargo, lo son ya desde su nacimiento. Estos últimos se pueden contar con los dedos de las manos, y aún sobrarían, pero seguramente estamos ante uno de ellos: el nuevo Ferrari J50. Lo último de Ferrari acaba de ser desvelado en Japón con motivo del 50 cumpleaños de la marca en el país nipón y su fabricación estará limitada a tan solo 10 unidades, por lo que sus propietarios podrán presumir de poseer un vehículo al cual el término exclusivo se le queda pequeño.
Concretamente, el Ferrari J50 es un roadster biplaza con motor trasero y una carrocería de tipo targa -en honor a los Ferrari de 1970 y 1980- que posiblemente se convierta en el Ferrari más importante de la presente década. Creado por Ferrari´s Special Projects por el Ferrari Styling Center de Maranello -sede de Ferrari en Italia-, cada una de las unidades será adaptada completamente a los gustos y necesidades de su comprador final.
El propulsor es el bloque V8 de 3.9 litros que ganó el Premio Internacional a Motor del Año, potenciado hasta los 690 CV. Por su parte, la carrocería, con una imagen completamente novedosa -a pesar de ser un modelo basado en el 488 Spider-, podría adelantar el lenguaje de diseño de los Ferrari que vendrán en los próximos años. En general, lo que ha intentado la marca italiana ha sido crear un coche de muy bajo peso que pudiera presumir, como es tradición en Ferrari, de una dinámica de conducción ejemplar por su agilidad.
El frontal ve marcada su personalidad por una fina línea horizontal que alcanza hasta los tiradores laterales de las puertas. Su morro es muy afilado e incluye dos tomas de aire que benefician aerodinámicamente al J50; asimismo, cuenta con unos pasos de rueda sobredimensionados. En su construcción se ha recurrido a la fibra de carbono y, de nuevo con el aspecto aerodinámico en mente, los radiadores han sido colocados más juntos y la parte de arriba del parabrisas es más baja para permitir un flujo de aire mayor sobre el spoiler.
Por su parte, en la zaga cobra protagonismo el negro, color que predomina en la parte superior de ésta. Además, dos salidas de escape se integran en el difusor trasero, una a cada lado del espacio reservado para la placa de matrícula. Para terminar, el interior es prácticamente igual al del Ferrari 488 Spider, aunque añade adornos específicos en los asientos y nuevas inserciones en fibra de carbono.
