Presente en más de 25 países, Ford comenzó con la expansión de sus talleres Quick Lane en España hace ya dos años, en 2014. La implantación de estos supuso para la marca un nuevo concepto de atención al cliente en puntos donde, por volumen de negocio, no puede llegar un concesionario, manteniendo la fortaleza, los valores y la garantía de la marca Ford. De esta manera, los talleres Ford Quick Lane se vale de la formación técnica y los procesos del fabricante americano, formando parte de los Talleres Autorizados de la red Ford.
Fundamentalmente, estos servicios técnicos vienen a ocupar las zonas rurales de la península para poder llegar a todos los clientes -aunque también cuentan con puntos en las grandes ciudades para dar cobertura a las áreas que se encuentran a una distancia importante de los concesionarios oficiales. En cualquier caso, se trata de talleres de contrastada reputación, ya que los estándares de funcionamiento se encuentran adaptados y definidos a una imagen y requisitos propios de Ford.
Lo cierto es que al estar especializados en mecánica rápida, su base de funcionamiento es la línea de productos y servicios Ford Motorcraft. Además, el hecho de que se encuentren adaptados tecnológicamente a los últimos estándares del mercado ha motivado su rápido crecimiento, pues en el corto período de tiempo que llevan en España, cuentan ya con 112 establecimientos. De hecho, antes de que finalice el presente curso, la idea es que Ford Quick Lane cuente con 150 puntos repartidos por todo el país.
