Este pasado miércoles 16 de diciembre la casa de subastas Bonhams ha realizado una venta benéfica de la unidad número 2.000.000 de un modelo mítico de Land Rover, el Defender. Este todoterreno ha servido para homenajear la producción del vehículo, que se ha mantenido en el tiempo durante 67 años y cuya renovación está prevista para 2019. Como diferenciación especial, cuenta con, por ejemplo, un guardabarros de aluminio con el mapa de la Bahía de Red Wharf grabado, asientos de cuero con la misma grabación y el logo 2.000.000 bordado en los reposacabezas.
De esta forma, la unidad subastada se ha convertido en la más valiosa en la historia de la firma británica, que ha sido adjudicada a un pujador catarí. Además, para hacerla más especial, en su producción participaron los hijos de los fundadores de la marca –Stephen y Niks Wilks-, Virginia McKenna –oficial de la Orden Británica- y Bear Grylls –presentador experto en supervivencia-, entre otros. Igualmente, todos los participantes en su elaboración han firmado en una placa de aluminio hecha a medida y situada en el asiento del conductor.
Los beneficios irán destinados a la ayuda en las comunidades del sureste de Nepal –para mejorar la gestión de las catástrofes naturales- y a la conservación de la fauna salvaje mediante el plan ´Project Lion Rover´, en el Parque Nacional Meru –Kenia-. La fabricación del modelo, que tiene lugar en la planta de Solihull –Inglaterra-, cesará el próximo mes de enero para dejar paso a la próxima generación.
