Seat Ibiza TGI: primera prueba

Ya está a la venta la nueva variante bifuel del Seat Ibiza, que es capaz de funcionar tanto con gasolina como con Gas Natural Comprimido (GNC). El único motor disponible es un 1.0 TGI tricilíndrico de 90 CV.


Las ventas de vehículos alternativos son ya una realidad, y todos los fabricantes se han puesto manos a la obra para ofrecer soluciones de movilidad que sustituyan de manera paulatina a las tradicionales mecánicas de gasolina y diésel. Uno de ellos es Seat, compañía que ha decidido apostar toda su estrategia al GNC, es decir, al gas natural comprimido.

Después del lanzamiento de las versiones bifuel (GNC y gasolina) de los modelos Mii y León, ahora le toca el turno al Seat Ibiza, un modelo llamado a incrementar de manera más que notable las ventas de la firma española en este mercado. El Seat Ibiza TGI 2018, que hemos tenido la ocasión de probar en un recorrido de algo más de 100 kilómetros entre el aeropuerto de Barajas (Madrid) y la localidad toledana de Otero, equipa un motor 1.0 tricilíndrico con una potencia máxima de 90 CV entre las 4.500 y las 5.800 rpm –el León apuesta por un 1.4 de cuatro cilindros y 110 CV, mientras que el Mii se conforma con un bloque 1.0 de 68 CV–.

Respecto al motor de gasolina 1.0 TSI de 95 CV que actualmente podemos encontrar en la gama del Ibiza, este propulsor TGI es algo más perezoso, ya que necesita 12,1 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado, es decir, 1,2 segundos más. Esto se compensa con una mayor eficiencia, sobre todo cuando se circula en modo GNC. Según los datos de homologación, el consumo medio en modo gasolina es de 5,0 l/100 km, mientras que cuando circulamos con gas el consumo se reduce a tan sólo 3,3 kg/100 km. Eso sí, como ocurre con los combustibles fósiles, los datos homologados difieren de manera sensible de los que nos encontramos en condiciones reales de circulación.

Seat Ibiza TGI

Dos depósitos y 13 kg de capacidad

El Seat Ibiza TGI equipa dos depósitos de acero de alta resistencia con una capacidad total de 13 kg. Estos depósitos están ubicados en la zona posterior del vehículo, lo que incide de manera negativa en el maletero -la capacidad se reduce de 355 litros a 262 litros-. El aspecto positivo es que no necesitan ningún tipo de mantenimiento más allá de una comprobación de la estanqueidad del circuito de gas, que se realiza directamente en la ITV. Por su parte, los mantenimientos mecánicos deben realizarse cada 15.000 kilómetros o una vez al año.

En la presentación a los medios, los responsables de Seat han puesto especial hincapié en que estas versiones TGI se fabrican en las mismas instalaciones de Martorell, por lo que salen de fábrica con los mismos estándares de calidad que el resto de la gama. Es decir, no estamos ante una preparación realizada por un proveedor externo, sino ante un modelo desarrollado y fabricado desde cero por la compañía del grupo Volkswagen.

Más información sobre el Seat Ibiza

El depósito de gasolina, por su parte, tiene una capacidad de 40 litros, idéntico al resto de versiones del Ibiza con este combustible. De esta manera, debemos entender la tecnología GNC como un añadido que proporciona un plus de autonomía, un coste kilométrico menor –Seat asegura que es un 31% más económico que el Ibiza 1.6 TDI 95 CV- y una reducción en las emisiones de CO2 –homologa 88 g/km–. Y, lo que es más importante, nos permite conseguir la etiqueta ECO de la DGT.

Gracias a la etiqueta ECO, podemos beneficiarnos de un sinfín de ventajas en las grandes ciudades, ya que podemos circular libremente durante los episodios de alta contaminación o aparcar en las zonas de estacionamiento regulado con descuentos de hasta el 50%.

Seat Ibiza TGI

Así va el Seat Ibiza TGI

Seat se ha propuesto que el Ibiza 1.0 TGI de 90 CV ofrezca un comportamiento similar al que podemos encontrar en el 1.0 TSI de 95 CV, y la realidad es que ambas versiones se mueven en términos muy similares. Eso sí, el TGI se muestra algo más perezoso y progresivo a bajas vueltas, lo que nos obliga a jugar con los pedales para mantener la aguja de las revoluciones muy cerca de las 3.000, donde comenzamos a notar una respuesta mucho más contundente.

Por debajo de las 2.500 vueltas la entrega es muy gradual. Desde que arrancamos hasta que alcanzamos este régimen, el Ibiza TGI se muestra algo más tímido que su hermano de gasolina, algo muy útil para mantener el consumo a raya, pero que nos limita si lo que queremos es un rendimiento más enérgico. Para ello debemos tirar de marchas cortas y realizar cambios y reducciones con mayor frecuencia.

Más allá de estas limitaciones, el Seat Ibiza TGI se beneficia de todas las ventajas de la nueva generación de este superventas. Es decir, el comportamiento dinámico es sobresaliente, los materiales son de buena calidad, los ajustes son más que correctos –incluso en los plásticos duros– y la dotación tecnológica con la que podemos contar está al nivel de competidores de segmentos superiores.

Seat Ibiza TGI

Una vez en marcha el confort es muy destacable, sobre todo por la elevada estabilidad en carretera. La experiencia sería mucho más placentera con un nivel de insonorización mayor, sobre todo para limitar la presencia de sonido de rodadura en el habitáculo, elevado en ocasiones.

Después de realizar 128 kilómetros por autovías y carreteras secundarias, nuestro consumo medio fue de 4,8 kg/100 km, lo que sitúa la autonomía en modo gas en 270 kilómetros. Con un precio del GNC de 0,95 €/kg, nuestro gasto real fue de 4,57 euros cada 100 km. Con una conducción algo más eficiente la autonomía podría extenderse hasta los 300 km.

Seat Ibiza TGI

Desde 10.650 euros

El Seat Ibiza TGI se ofrece con cuatro niveles de acabado: Reference Plus, Style, Xcellence y FR. Para impulsar las ventas de esta variante, la marca española ha tirado la casa por la ventana con una oferta rompedora durante los meses de febrero y marzo de 2018. En este tiempo, la tecnología bifuel se ofrecerá completamente gratis, ya que las versiones TGI costarán igual que sus equivalentes de gasolina.

Así, la versión de entrada a la gama, la 1.0 TGI Reference Plus, tendrá un precio de tan sólo 10.650 euros, incluyendo cinco años de garantía, cinco años de mantenimiento y cinco años de asistencia en carretera. Además, todos los clientes recibirán el depósito de gas completo y una tarjeta por valor de 200 euros para su repostaje.

Los usuarios que prefieran una opción más ´pintona´ podrán decantarse por la variante FR EcoPlus, con pantalla de ocho pulgadas, conectividad, cámara trasera, control de crucero adaptativo, sensor de lluvia, llantas de 17 pulgadas o climatizador automático. ¿Su precio? 14.900 euros con todos los descuentos añadidos.

Scroll al inicio