Cuando Subaru dio a conocer el Forester hace ya más de dos décadas, fue difícil encuadrarlo en un segmento concreto, aunque ya se empezaba a hablar de los todocaminos. 21 años después, prácticamente todos los fabricantes cuentan con un SUV en su catálogo, pero el modelo japonés sigue marcando la diferencia a través una excelente polivalencia y una capacidad todoterreno muy superior a la de sus rivales.
A lo largo de este tiempo, cada generación del Forester ha logrado evolucionar sin perder un ápice de sus cualidades, entre las que figura el espacio interior, la fiabilidad y un buen comportamiento en todo tipo de terrenos. Sin embargo, Subaru se ha propuesto ir más allá con la quinta entrega de su popular todocamino.
A las virtudes mencionadas hay que añadir una dosis extra de polivalencia y un nivel superior de seguridad. Si bien en el apartado estético hay que hablar de un diseño continuista y poco arriesgado, en el plano tecnológico es justo decir que el Forester se ha puesto las pilas. Con todo, muestra una imagen más actual en la que destacan los nuevos faros delanteros con tecnología led, la forma de los pilotos traseros, los paragolpes más agresivos y las llantas de aleación rediseñadas.
Más calidad y conectividad
También hay cambios trascendentes dentro del habitáculo. Está mejor insonorizado, sigue la línea de diseño del último XV y se adapta a los nuevos tiempos con un equipo de infoentretenimiento completamente conectado. A través de la pantalla táctil de 8 pulgadas ubicada en la consola central se puede manejar el sistema multimedia Starlink compatible con Apple CarPlay, Android Auto y algunos servicios en línea gracias a la conexión a internet.
Otro display a todo color situado en el salpicadero mostrará información sobre el vehículo y varios parámetros sobre la conducción, como la inclinación de la carrocería al prácticar todoterreno o los datos del ordenador de viaje.
Nueva estructura y múltiples asistentes a la conducción
Todavía más interesante resulta el paquete de seguridad EyeSight. Será de serie en todas las versiones y eleva la seguridad del conjunto con asistentes a la conducción como el detector de fatiga con reconocimiento facial, la alerta de ángulo muerto, la frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones, las luces automáticas de carretera o el control de crucero adaptativo.
A nivel técnico, el Forester utiliza la misma plataforma global de la marca que emplean el Impreza y el nuevo XV. Entre las ventajas de esta arquitectura, figura el aumento de espacio en el interior gracias a una mayor distancia entre ejes. Gracias al sistema 4×4 Subaru Symmetrical All-Wheel Drive, el Forester seguirá presumiendo de un dinamismo ejemplar en la carretera y en el campo, donde también brillarán con luz propia el modo de conducción X-Mode y el control de descenso.
En lo referente al plano mecánico, Subaru ha confirmado que la variante americana contará con un motor bóxer de cuatro cilindros y 2.5 litros con 182 CV asociado a una caja de cambios CVT. Todavía es pronto para saber si este propulsor llegará a Europa o, en su lugar, veremos el bóxer 2.0 de gasolina con 156 CV que acaba de estrenar el XV.
Menos probable es que la oferta mecánica cuente con alternativas diésel y prácticamente podemos asegurar que no habrá opción de cambio manual en ninguna de las variantes, puesto que este tipo de transmisiones no son compatibles con todas las funciones del paquete de seguridad EyeSight.
