El festival de Wörthersee, que se celebra todos los años a orillas del lago homónimo, en Austria, suele contar con grandes preparaciones por parte del grupo Volkswagen. Este año, entre otras, va a estar presente un VW Golf GTI creado por un grupo de estudiantes alemanes, aunque muy probablemente se vea eclipsado por el Audi TT Clubsport Turbo, un posible anticipo de un futuro TT RS.
Por el momento, no se trata más que de una muestra de las posibilidades que ofrece la base del cupé germano, que presenta un propulsor 2.5 TFSI de cinco cilindros en línea –el mismo que, por ejemplo, el Audi RS 3 Sportback–, que gracias a la acción de un turbo y un compresor accionado eléctricamente, entrega una potencia de 600 CV y un para máximo de 650 Nm, que se transmiten a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios manual de seis velocidades. Como es de esperar, las prestaciones del TT Clubsport Turbo están a la altura de las que ofrece un Audi R8, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y una velocidad máxima de 310 km/h.
Es la primera vez que Audi muestra la tecnología de doble sobrealimentación en un motor de gasolina, que ya adelantó en otro prototipo dotado de una mecánica diésel, el RS 5 TDI Concept. La marca asegura que la acción del compresor eléctrico permite al TT Clubsport Turbo cubrir 16 metros durante los primeros 2,5 segundos de aceleración, unos seis metros más que cualquier coche de potencia comparable. Cabe destacar que este modelo pesa 1.396 kilogramos y cuenta con llantas de aleación de 20 pulgadas, necesarias para albergar unos discos de freno carbocerámicos, de 370 milímetros de diámetro en el eje delantero. Además, añade un suspensión con dureza variable.
Por otra parte, el diseño exterior del TT Clubsport Turbo rinde homenaje a los coches que batallaron en el extinto campeonato IMSA. Los detalles más reseñables hacen referencia a las salidas de escape laterales y al enorme alerón ajustable realizado en polímeros reforzados con fibra de carbono. Además, la carrocería es notablemente más ancha que la de un Audi TT convencional, en concreto 14 centímetros. Por el contrario, el habitáculo mantiene un diseño similar al de el modelo de serie, salvo el volante, los asientos de tipo bacquet, la palanca de cambio o la estructura antivuelco realizada en titanio.
