Chevrolet Trax: Acorde a los tiempos

El Chevrolet Trax es la respuesta norteamericana al aluvión de todocaminos compactos que cada vez más pueblan nuestras carreteras. Es gemelo del Opel Mokka, por lo que su oferta mecánica es prácticamente la misma, aunque su precio es más competitivo, al prescindir de algunos elementos opcionales en su primo germano. Se pondrá a la venta en mayo, y los precios irán de los 14.940 euros del LS 1.6 16v FWD, a los 21.540 euros del LT 1.7 Diesel AWD.


Atrás quedaron los enormes todoterrenos y todocaminos que recorrían hasta hace poco nuestro país. Los Audi Q7, Chevrolet Captiva o Range Rover, parece que dejan paso a los Nissan Juke, Mitsubishi ASX y compañía. Las razones de esta evolución responden tanto a las normas anticontaminación, cada vez más restrictivas, como a la propia embergadura de estos vehículos, que los hacían poco prácticos, manejables y gastones. Ahora, el mundo del automóvil discurre por el camino del downsizing, con motores sobrealimentados de menor cilindrada pero que aprovechan mucho mejor cada gota de combustible que entra en la cámara. Además su tamaño compacto los hace más prácticos en ciudad, y todo ello sin renunciar a una imagen campera.

Casi clones

Tomando buena nota de estas directrices, aparece el Chevolet Trax, un modelo de 4,25 metros, gemelo del Opel Mokka y el Buick Encore y que emplea la plataforma Gamma II de General Motors, la misma del Chevrolet Spark o el Aveo. Esto significa que está pensada para modelos urbanos, sin embargo los ingenieros han conseguido adaptarla y hacer que este modelo sea algo más amplio y confortable.

Para su lanzamiento, previsto en mayo, se ofrecerá una gama compuesta por tres motores, dos de gasolina y uno diésel. El primero de ellos es el veterano 1.6 16v que rinde 115 CV y entrega unos pobres 155 Nm de par. Acelera en algo más de 12 segundos, alcanza una velocidad de 174 km/h y consume 6,5 litros de media, una cifra que nos parece irreal. Según la filial española, no esperan vender muchas unidades con esta motorización aunque su bajo precio le sirve como escalón de acceso a la gama. La segunda de las mecánicas es la más novedosa, con un 1.4 Turbo. Desarrolla 140 CV y 200 Nm a partir de las 2.000 rpm. Con ella el Trax acelera a los 100 km/h en 9,8 segundos, alcanza 195 km/h y gasta unos 6,5 de media, aunque en nuestra prueba no bajamos de los siete. Por último, el diésel, de 1,7 litros y 130 CV, es un producto fabricado por la empresa japonesa Isuzu. Las cifras son similares a las del 1.4, con la salvedad del consumo, que es de 4,5 l/100 km. Al igual que el atmosférico de gasolina ya tiene unos cuantos, sin embargo se ha ido evolucionando correctamente para adaptarlo a las necesidades de cada momento. De serie existen dos cambios manuales, uno de cinco velocidades, para el 1.6, y otro de seis, para los más potentes. Opcionalmente existe otro con el mismo número de relaciones que por el momento está disponible solo para el gasóleo, aunque en los próximos meses también lo hará en el gasolina. El punto flaco de las motorizaciones, sobre todo del diésel es que es muy ruidosa.

Buen comportamiento

Una vez apuntados los datos técnicos más importantes hay que decir el comportamiento en líneas generales es bueno. La suspensión absorbe de manera correcta las irregularidades del terreno, y en pistas de tierra es lo suficientemente dura como para dar estabilidad. El ESP se puede desconectar, lo que permite una conducción algo más ágil es campo, pero se activa automáticamente a partir de un determinado ángulo de deriva, evitando que el coche se cruce. En carretera revirada no se nota apenas balanceo y la autovía se convierte en su medio natural. Todas estas valoraciones son siempre algo subjetivas, ya que no todo el mundo conduce igual. Lo que no tiene discusión posible es la alta rumorosidad que se notaba, sobre todo en el diésel. A partir de 120 km/h se puede notar el motor en el habitáculo, aunque los ingenieros nos han asegurado que las unidades que condujimos eran una preserie y que, para su llegada al mercado se habrá corregido este detalle. Esperemos pues que así sea, porque es un producto bueno y puede ver perjudicada la calidad general por un exceso de rumorosidad.

A favor hay que decir que salvo el 1.6, los otros dos motores funcionan muy bien, son suaves y mueven con soltura al vehículo. Es más, el Opel Mokka, que es prácticamente el mismo coche, se muestra mucho más perezoso y pesado, carente de la agilidad del Trax y, además, balancea notablemente más, lo que hace que sea más incómodo. También hay que mencionar que el interior del norteamericano es mucho más sencillo y claro. La capilla central es digital, tanto el tacómetro, como velocímetro y demás indicadores. Además los grandes números ayudan a una compresión clara y rápida de la información.

Por su parte, la zona del salpicadero tiene los mandos justos: climatizador, botones de desactivación de ESP y modo ECO (para reducir consumo) y equipo de audio, que es básicamente una pantalla táctil y nada más. Es un área limpia y sin apenas mandos.

Habitabilidad justa

Hay que recordar que el Trax emplea un chasis de urbano, por lo que su habitabilidad interior está condicionada, Las plazas delanteras son cómodas y los múltiples reglajes de asiento y volante permiten al conductor encontrar pronto una postura cómoda. Sin embargo atrás, el espacio ya es más junto. Es difícil que tres adultos se sientan cómodos, ya que la butaca es estrecha. Además el espacio para las piernas es algo justo. Quizás cuatro puedan viajar bien, pero cinco no ya que, además, no hay mucho espacio en el maletero. Aunque su forma es muy cuadrada, los 356 litros de capacidad no se pueden estirar tanto.

En cuanto al nivel de equipamiento, existen tres disponibles acabados entre los que elegir: LS, LS+ y LT. Todas las versiones vienen con un equipamiento muy completo que incluye seis airbags, ayuda al arranque en pendientes, control de velocidad, barras en el techo y Bluetooth.

La más completa, LT, incluye el denominado sistema MyLink, que ofrece algunas características curiosas. Para empezar, el navegador no se encuentra en ningún soporte o memoria del sistema, ni en ningún DVD, es más carece de ranura de lector. En su lugar, los mapas se encuentran en el teléfono móvil del propietario (disponible para iPhone y Android) que se debe conectar al puerto USB de la guantera. Si se posee uno de estos dos sistemas operativos, y para poder comenzar a utilizarlo, el usuario tendrá que descargarse la aplicación BringGo y los correspondientes mapas de las zonas por las que uno vaya a circular. Todo ello cuesta alrededor de 50 euros por zona geográfica- Una vez hayamos realizado todos los pasos, no es necesario mantener la conexión de datos para utilizar el navegador, por lo que no hay que pagar «roaming» en el extranjero ni conexión de datos en el país de origen, si se ha descargado previamente en un lugar con wi-fi. Además, MyLynk permite escuchar la música del teléfono o almacenada en otro dispositivo de memoria, utilizar la agenda del teléfono y ver fotos, películas o vídeos, estas últimas acciones con el coche parado.

En el caso de que seamos propietarios de un iPhone o iPad de última generación, hay que decir que se podrá utilizar Siri en modo Eyes Free (que hace referencia a prestar atención a la carretera). Gracias a este sistema podremos llamar mediante reconocimiento de voz a contactos del iPhone, reproducir canciones de la biblioteca de iTunes, cambiar de fuente automáticamente, pasando de la radio AM/FM al modo iPod, escuchar, redactar y enviar mensajes de iMessage o de texto a un número de teléfono o a cualquier contacto guardado, acceder al calendario y añadir citas y otras funciones disponibles con este sistema solo utilizable en dispositivos compatibles con iOS6, el sistema operativo de Apple. Para la utilización de Siri sí es necesario estar conectado a internet de forma continua.

Por último, con las aplicaciones TuneIn y Stitcher, se puede acceder a 70.000 emisoras de radio de todo el planeta y también reproducir sus podcasts por streaming.

Es un buen coche

Este artículo es un contacto sobre el Chevrolet Trax, sin embargo, en las conclusiones no podemos dejar pasar por alto que, a pesar de ser casi idéntico al Opel Mokka, el norteamericano nos parece una compra mucho más acertada. El comportamiento en cualquier ámbito es mejor, los consumos son muy similares, el equipamiento muy completo y el precio, notablemente más barato. Es cierto que el producto germano lleva algún elemento opcional, con sobrecoste, que éste no puede llevar, como el reconocimiento de señales. Aun así no podemos dejar pasar por alto la diferencia de precio. El Chevrolet Trax LT 1.7 Diesel 4WD cuesta 21.540 euros frente a los 25.681 del Opel Mokka Excellence 1.7 CDTI 130 CV 4X4. Esto son 4.141 euros de diferencia entre ambos tope de gama y con la motorización que entendemos será la más vendida. A raíz de estos datos y de los que hemos expuesto anteriormente podemos decir que el Trax es un vehículo con una imagen fresca, juvenil, con un comportamiento bueno en carretera y una relación precio-equipamiento muy a tener en cuenta.

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