“El objetivo es alcanzar paridad de precios entre los vehículos eléctricos y los de combustión interna antes que la competencia”. El comunicado de Ampere, la recién nacida filial de coches eléctrico del Grupo Renault, es claro. Un proceso que pretenden llevar a cabo “gracias a una hoja de ruta clara reduciendo “los costes en un 40% de aquí a 2027/2028 entre la primera y la segunda generación de vehículos eléctricos”.
Con esta estrategia, Ampere pretende democratizar el acceso a los coches eléctricos baratos e igualar el precio de éstos con el de los coches térmicos para esa misma fecha: 2027/2028. Y para lograr este objetivo, el primer paso de la hoja de ruta de Ampere pasa por vender, de cara a 2025, 300.000 vehículos de una gama que, para entonces, estará compuesta por cuatro modelos: el actual Mégane E-Tech, los próximos Renault 5 y Renault Scenic E-Tech, que llegarán en 2024; y el próximo Renault 4, un SUV basado en el Renault 5 que verá la luz en 2025.

Seis años, después, para 2031, Ampere pretende vender nada menos que un millón de coches eléctricos, eso sí, gracias a una gama que se verá ampliada en 2026 con el nuevo Renault Twingo presentado ayer y con otros dos modelos, de los que aún no ha proporcionado ningún dato. Esas ventas harán que, para entonces y si se cumplen todos los planes de Ampere, esta empresa logré un margen operativo superior al 10%. Aunque esta filial pretende ir consiguiendo beneficios ya a partir de 2025.
¿En qué y cómo quiere ahorrar Ampere para fabricar coches eléctricos baratos?
Pero, ¿cómo va a lograr ese margen de beneficio? Según Ampere y, como ya hemos visto, reduciendo hasta en un 40% el coste total de fabricación de los coches eléctricos. Un proceso que, hasta 2027/2028, quieren lograr disminuyendo hasta en un 50% el coste de la fabricación de las baterías del vehículo (para la misma capacidad y autonomía de las de un coche eléctrico actual), hasta un 25% en la fabricación de los motores (recuerda que Renault ya ha anunciado, para 2027, la llegada de un motor eléctrico revolucionario), un 15 % en el ensamblaje de los chasis y, por último, logrando hasta un 50% de reducción en los costes de producción y logística de los vehículos.

Estos objetivos para poder fabricar coches eléctricos baratos suenan de lo más ambicioso y, pese a las reticencias que pudieran surgir, Ampere se reafirma en ellos indicando que “ya ha dado un primer paso importante con el Scenic E-Tech, que ya está en paridad de coste total de propiedad (TCO) con los vehículos híbridos”. Y ojo, porque eso no implica que el precio de compra (que para el Scénic, podría partir de los 45.000 euros) sea igual al de un vehículo híbrido; sino que el coste total durante la vida útil de un eléctrico como el Scénic será similar al de un vehículo híbrido. ¿Cómo? Debido al bajo coste que se presume tendrá la electricidad en los próximos años.
Por ahora, y a falta de ver si cumplirá sus objetivos de reducción sobre el precio para fabricar coches eléctricos baratos; Ampere nace con una plantilla de 11.000 trabajadores, de los que el 35 % son ingenieros, y varios centros de producción de baterías y montaje de vehículos en el complejo industrial ‘ElectriCity’, situado en el norte de Francia.
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