Todo ha vuelto a la normalidad. Tras un 2014 de transición y de prueba de prototipos, Porsche ha recuperado, 17 años después, su trono en las prestigiosas 24 Horas de Le Mans, la prueba por excelencia de la resistencia en el mundo del motor. Con este triunfo, el fabricante alemán no sólo vuelve a poner su nombre en lo más alto del Olimpo de la resistencia, sino que, además, pone fin a la ‘dictadura’ impuesta por Audi quien de las últimas 15 ediciones había ganado 13 –sólo falló en 2003 y 2009-, siendo las cinco últimas de forma consecutiva.
Pero si por algo Porsche es la marca más laureada de esta competición, con 17 triunfos contando el de ayer, es por hechos como los de este fin de semana. Ya desde los entrenamientos, los tres 919 Hbyrid mostraron todo su potencial, logrando una ‘pole position’ estratosférica y copando las tres primeras plazas. Pero una cosa es la clasificación y otra la acción de verdad. Y es que las 24 horas de Le Mans pueden encumbrarte a lo más alto o convertirse en todo un auténtico calvario… y si no que se lo digan a los Toyota TS040 Hybrid, que terminaron sexto y octavo, o al español Lucas Ordóñez.
Como estaba previsto, tanto el Nissan GT-R LM Nismo como el español sufrieron de lo lindo aunque la marca nipona pudo llevar a la meta a uno de sus tres bólidos, el nº 22 de Harry Ticknell, Michael Krumm y Álex Buncome, aunque al no recorrer la distancia mínima requerida por los organizadores fueron descalificados.
El mismo camino por el que marchó el propio Ordóñez, cuyo equipo tuvo que retirarse pasada la medianoche después de que se le saliese una rueda al japonés Tsugio Matsuda y no pudiera volver a boxes. El madrileño se encargó del primer ‘stint’ de su equipo, rodando dos horas y media, con buen ritmo y con el único problema que, tras su primera parada, el equipo no le cerró bien la puerta y tuvo que volver de inmediato.
El coche del español, que salió el 32º, llegó a estar entre los 20 clasificados, pero a partir de ahí tuvo algunos problemas que le fueron rezagando, primero a nivel electrónico y después con el embrague y el alerón trasero que le enviaron a los puestos de cola antes de tener que despedirse.
Mientras tanto, en la cabeza hora, la disputa entre Porsche y Audi se hacía cada vez más encarnizada y ambas se fueron alternando en el mando de la prueba, con Audi sufriendo percances como el accidente que tuvo el francés Loic Duval, que perdió la parte delantera, pero al que devolvieron a la pista como nuevo en apenas cinco minutos.
Las diferencias definitivas comenzaron a fraguarse con los primeros rayos de luz del domingo cuando las visitas a los boxes empezaron a ser una constante para los vehículos de Audi, mientras que los Porsche seguían sólidos como una roca. Especialmente el nº 19 de Niko Hülkenberg, Earl Bamber y Nick Tandy, quienes mostraron un nivel muy por encima del resto al tiempo que aprovecharon una penalización a Webber –919 Hybrid nº 17– para no bajarse del liderato en las 15 horas restantes. Pese a ello, el Audi R18 e-tron quattro de la terna Fasser-Lotterer-Treluyer siguió empujando y únicamente un problema con la estructura de su vehículo le privó de colocarse más arriba.
Sea como fuere, esta edición de Le Mans no sólo consagró a Porsche, que consiguió un doblete histórico colocando su 919 Hybrid nº 17 en la segunda posición, sino también a Niko Hulkenberg, el piloto de Fórmula 1 de la escudería Force India que se reafirma como uno de los talentos más destacados de la parrilla… y no lo decimos nosotros, sino que el propio Fernando Alonso lleva años alabando la calidad del alemán.
Por otro lado, en la categoría LMP2 ganó el Oreca-Nissan de Richard Bradley, Matthew Howson y Nicolas Lapierre, en GTE Profesional la victoria fue para Corvette con Oliver Garvin, Tommy Miler y Jordan Taylor, y GTE Amateur para Ferrari con Aleksei Basov, Andrea Bertolini y Viktor Shaytar. En esta categoría, el equipo del popular actor Patrick Dempsey fue segundo.
En definitiva, estas 24 Horas de Le Mans han sido especiales por muchas cosas, pero sobre todo porque, año a año, cada vez son más las personas que acuden a verlo en directo –este fin de semana se registraron 263.000 aficionados-.
