Prueba Cupra Ateca Limited Edition 2019, un SUV exclusivo con alma de GTI

Hay quienes piensan que en el mundo del automóvil solo existen el blanco y el negro, aunque lo cierto que también existe una gama de fascinantes grises.

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Un buen ejemplo de ello es el Cupra Ateca Limited Edition que estoy a punto de probar en un tramo de carretera de montaña cerrado al tráfico. Y no por su carrocería de color exclusivo Gris Graphene, o porque solo se vayan a fabricar 1.999 unidades, de las que 350 llegarán al mercado español. Más bien lo es porque combina dos conceptos aparentemente antagónicos, como el de SUV y el deportivo.

Los todocaminos son altos pesados y poco aerodinámicos, mientras que los deportivos tienen en la búsqueda de las máximas prestaciones y la diversión de conducción su razón de ser. Es cierto que el Cupra Ateca ‘convencional’ ya había resuelto este problema recurriendo al eficaz chasis del Seat León Cupra R.

Pero la versión Limited Edition pretende ir un paso más allá y perfeccionar esta fórmula. Para ello, recurre a unos escapes Akrapovic -solo lo equiparán 50 de las unidades que llegarán al mercado español-, el equipo de frenos Brembo de alto rendimiento que en los Cupra Ateca convencionales cuesta 2.448 euros y unas nuevas llantas de 20 pulgadas, ¿cuánto han hecho mejorar a este Ateca en el apartado dinámico?

Cupra Ateca Limited Edition 2019: con fibra de carbono

Eso es lo que pienso mientras espero mi turno para hacer el tramo, tras una hilera de Cupra Ateca Limited Edition. Aunque para ser justos, he decir que este SUV compacto de 4,37 metros de longitud, cuenta con detalles exclusivos que lo diferencian del Cupra Ateca convencional.

Como por ejemplo, los numerosos detalles de la carrocería de color Copper -cobre-, entre los que se encuentra la inscripción Cupra del portón trasero, los logotipos de la marca o detalles en las ya mencionadas llantas. Aunque, en mi opinión, lo que realmente aporta un toque diferenciador son las carcasas de los retrovisiores y el alerón trasero fabricados en fibra de carbono, de la de verdad. Por otro lado, reconozco que siento debilidad por la palabra Cupra bajo la matrícula.

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Llegó mi turno. Activo el escape Akrapovic, selecciono el modo de conducción Cupra, el modo Sport del ESP y piso el freno a fondo a la vez que acelero, para activar el Launch Control.

El interior del Ateca es buen lugar para el conductor. Esta edición especial incorpora unos asientos asientos delanteros tipo bucket, con tapicería Alcantara, de color Azul Petrol, que permiten encontrar la postura de conducción idónea sin problemas y, a la vez, sujetan a la perfección. Por otro lado, cuando la instrumentación Digital Cockpit, de 10,25 pulgadas, de apariencia personalizable, esta presidida por el cuentavueltas tiene un agradable toque rácing.

Por otro lado, también se han implementado piezas de fibra de carbono en la consola, unas alfombrillas premium y un sistema de sonido Beats Audio System, con 340 W de potencia, para aportar un mayor toque de exclusividad. Y todo con unas plazas trasras bastante generosas y un maletero de 485 litros de capacidad, que harán las delicias de los papás más racing.

Una de las pocas cosas que se le podían objetar al Cupra con el Limited Edition es que no haya aprovechado la ocasión para incrementar ligera la potencia del motor y así abrir hueco con su primo, el Volkswagen T-Roc R.

300 CV, tracción total y cambio DSG

Sin embargo, no parece un problema grave. De hecho, una de las primeras cosas que sorprenden de este Cupra es la furia del motor, que empuja con todo desde 2.000 rpm hasta que la tansmisión automática DSG inserta la relación superior, a unas 6.500 rpm. Aunque no es el único responsable de la capacidad de este SUV para ganar velocidad, puesto que el sistema de tracción total 4Drive con sistema Haldex logra transmitir los 400 Nm de par del motor al suelo sin problemas.

La prueba de ello es que este Cupra pasa de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, un registro excelente para un SUV que supera las 1,6 toneladas de peso… y que mejora los 5,3 segundos que invierte un Porsche Macan S de 354 CV en completar esa maniobra.

Además, con los nuevos escapes el sonido del motor y los petardeos se perciben mucho más poderosos, y no necesita de los altavoces para hacerse oir con notoriedad, a diferencia de lo que sucede en muchos deportivos actuales. De hecho, grábatelo a fuego: en el Ateca Limited Edition los escapes Akrapovic son obligatorios. Sí o sí.

Las carretera de montaña que nos han cortado es estrecha y las cunetas, repletas de pequeñas piedras amenazadoras que podrían cortar un neumático. Pero una dirección directa y precisa y la suspensión adaptativa DCC de este Cupra consigue contener a la perfección los movimientos de la carrocería, hasta el punto de que llegas a plantearte si de verdad un SUV puede ser casi tan ágil y veloz enlazando curvas como un GTI.

Y además, lo hace sin poner en aprietos al conductor, ya que sus reacciones son muy nobles y progresivas y, aunque aparece un ligero subviraje, lo cierto es que la adherencia del eje delantero es absolutamente encomiable. Por otro lado, cabe destacar la eficacia de los frenos, con un tacto de pedal firme y una gran resistencia a la fatiga.

Tal vez, lo menos bueno en esta ocasión sea que la transmisión automática DSG que, con una puesta a punto algo conservadora, impide efectuar reducciones que por régimen de giro del motor serían legales, algo que te obliga a anticiparte para conseguir que el motor vaya en el régimen de giro ideal una vez que comienzas a acelerar a la salida de las curvas. Pero eso no empaña un resultado final excelente.

De hecho, diría que a nivel dinámico este Cupra Ateca Limited Edition está a un nivel muy similar al Porsche Macan S o el BMW X2 M35i. Y conseguir eso, ofreciendo un precio que será más asequible -todavía no hay una tarifa oficial- hace que, desde un punto de vista objetivo, sea uno de los SUV verdaderamente deportivos más recomendables. Sobre todo, sabiendo que solo llegarán 350 a España.