A partir de 2018, la planta que Audi posee en Bruselas producirá el primer SUV completamente eléctrico de la marca, que será estéticamente muy similar al e-Tron Quattro Concept presentado en el pasado Salón de Frankfurt 2015. Éste se situará en la gama un escalón por encima del Q5 y uno por debajo del Q7, y estará equipado con 3 motores eléctricos y una batería de gran capacidad. Asimismo, la fábrica belga tendrá su propia línea de producción de baterías, convirtiéndose en un emplazamiento clave para el futuro del Grupo Volkswagen.
Además, la planta de Martorell -lugar de producción de los Seat Ibiza y León– acaba de recibir muy buenas noticias de cara a su viabilidad económica, ya que Audi ha confirmado que la producción de la próxima generación del A1, que comenzará a fabricarse en 2018, tendrá lugar en la factoría catalana. De esta forma, la firma alemana está preparando su red de producción internacional para el futuro a corto y medio plazo; debido a esto, el Q3, actualmente elaborado en Martorell, pasará a la planta de Györ, en Hungría -donde ya se producen los Audi A3, A3 Cabrio, TT y TT Roadster-.
Esta última información no es tan halagüeña para la fábrica española, pues el Q3 es un modelo que requiere más horas de trabajo que el A1, del que se esperan fabricar anualmente unas 170.000 unidades. No obstante, este último dato puede ser positivo, pues en 2015 salieron de Martorell aproximadamente 110.000 Audi Q3, lo que incrementaría el trabajo debido a un importante aumento de los coches fabricados.
Por su parte, Rupert Stadler, Presidente del Consejo de Administración de Audi AG, ha señalado que «el nuevo modelo de distribución mejorará nuestra eficiencia de producción y fortalecerá a todos los involucrados, pues nos permitirá utilizar nuevas sinergias dentro del Grupo Volkswagen y agrupar las competencias clave». Así, según Audi, estas decisiones pretenden promover la internacionalización de la red de producción, protegiendo de esta forma todos los puestos de trabajo.
