Es curioso este asunto. Hace algunos años, los vehículos urbanos eran los top ventas de nuestro país. Ahora, aun siendo mucho más competitivos que antes en todos los aspectos, incluyendo un crecimiento de tamaño y habitabilidad que los hace parejos a compactos de hace bien poco, ni se acercan al podio de top ventas en España.
Ahí tenemos que exceptuar al Dacia Sandero, eso sí, que con el atractivo en su bajo precio sigue siendo el modelo que, mes a mes, más se vende en España a particulares.

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Pero la realidad es que los SUV-B les han comido la tostada. Los Peugeot 2008 o Seat Arona son ahora preferidos sobre urbanos como el Peugeot 208 o el Seat Ibiza. Sin embargo, estos dos, junto a algún otro ‘clásico’ como el Renault Clio o el Opel Corsa, conforman la resistencia de un segmento que aún es ideal en según qué casos.
Porque sucede una cosa. Hoy en día, un vehículo urbano como los que acabamos de nombrar supera sensiblemente los cuatro metros de largo, supera con facilidad los 300 litros de maletero y cuenta con motores de entre 90 y 160 CV de media. Sí, estamos hablando de datos que bien podrían colar por los de un compacto de hace bien poquito, así que su polivalencia es notable; ya no son coches sólo para ciudad.

Entonces, ¿por qué no funcionan tanto como antes? La principal razón, a mi modo de ver, reside en un asunto más cosmético que funcional. La gente quiere SUVs, pero más por estética que por su lógica levemente mayor habitabilidad. No obstante, si exceptuamos al Dacia Sandero, el Seat Ibiza está siendo en España el modelo del segmento B más vendido en lo que va de año, con algo más de 12.000 unidades.
Aun así, sólo le da para ser noveno en el ranking de automóviles más vendidos en España, una clasificación en la que, por cierto, el Seat Arona, su reflejo en SUV, se coloca segundo con más de 17.000 ejemplares vendidos.

Me niego a pensar que los urbanos de toda la vida tienen cada vez menos cabida en esta sociedad. He pasado siete días con un Seat Ibiza y, lejos de ser el coche de mis sueños, he quedado encantado con su comportamiento, agrado de conducción y economía de uso. Y aun siendo padre, te aseguro que no me ha faltado espacio ni maletero, no en vano, anuncia 355 litros de capacidad.
Este Ibiza es el de quinta generación de una saga que nació en 1984, siendo el primer modelo desarrollado por Seat como marca independiente. No tenía nada de Fiat ni tampoco de Volkswagen (esto llegó más tarde) y motorizó a los jóvenes españoles de los 80 y principios de los 90.
Lanzada en 2017, esta quinta generación luce una carrocería de 4,06 metros de largo que sólo existe con cinco puertas y que ha recibido paulatinas evoluciones en estos seis años. La última, por ejemplo, afecta a los faros, no sólo más estéticos sino también más eficaces de noche, y a algunos equipamientos de puertas adentro, como un cuadro de mandos digital y con distintas visualizaciones.
Se levanta sobre la plataforma MQB A0, misma que la de los Volkswagen Polo, Skoda Fabia o Audi A1, y junto a ellos se erige como uno de los modelos más equilibrados del segmento B. Siempre ha destacado por ofrecer un grato y noble comportamiento, pero también es cómodo y está construido con materiales de muy aceptable calidad en comparación con la media del segmento.

Ahora vamos a por lo malo: el dinero. Es algo que no es único del Seat Ibiza, de hecho su precio se sitúa sensiblemente por debajo de la media del segmento, campo en el que los coreanos y el Renault Clio afinan mejor. El Ibiza arranca en 17.650 euros y, aun así, es el más barato del cuarteto de urbanos del Grupo VW.
Sin embargo no creas que el Ibiza que ves en estas imágenes cuesta eso. No amigo, no. Como veremos en la segunda parte de la prueba, su precio está bastante lejos de aquel. Y, aun así, sigue siendo más económico que la mayoría de rivales equivalentes. Vamos, para culminar esta primera parte, a especificar cuánto cuesta cada versión del Seat Ibiza.
Precios del Seat Ibiza 2023
VERSIÓN | POTENCIA | CAMBIO | ACABADOS | PRECIO (desde) |
1.0 MPI | 80 CV | Manual de cinco velocidades | Reference y Style | 17.650 euros |
1.0 TSI | 110 CV | Manual de seis velocidades | Style, FR y Special Edition | 21.450 euros |
1.5 TSI | 150 CV | Automático DSG de siete velocidades | FR | 28.740 euros |
Las tres motorizaciones son de gasolina y ninguna de ellas se complementa con sistema de microhibridación alguno, de manera que a las tres les corresponde la etiqueta C. Hasta hace pocos meses había una variante TGI de gas natural que llevaba el distintivo ECO, pero la marca española decidió interrumpir la apuesta por esta tecnología.
El Ibiza que tenemos entre manos equipa el motor 1.0 TSI y la terminación FR. Su precio de partida es de 23.400 euros, extras aparte que luego detallaremos. Así que pongámonos en marcha y veamos si este Ibiza 2023 nos recuerda los gratos momentos que lleva brindando desde 1984.
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