La gama Alpine A110 cuenta con diferentes versiones, desde una más polivalente y económica hasta otra más radical y costosa encarnada en el A110 R que hace unos meses tuvimos la oportunidad de probar en su presentación de producto.
Pues bien, un tiempo después nos ha llegado a la redacción una unidad de A110 R. Y en vez de publicar una prueba al uso, es un coche tan especial que hemos considerado mejor crear un listado de las 10 curiosidades que esconde y que quizá no conozcas. Ahí van.
No tiene cinturones
No hay cinturones de seguridad tradicionales, sino unos arneses de competición de la marca Sabelt. Son más incómodos de poner pero sujetan el cuerpo a la perfección. Y debes ajustártelos bien porque, de lo contrario, puede ser inseguro en caso de accidente. Ah, y cierra la puerta antes de apretártelos… o irás tan sujeto que tu brazo no alcanzará a cerrarla.
Tampoco retrovisor central
En la versión A110 R no hay luna trasera, sustituida por una cubierta de fibra de carbono que tapa el motor. Con lo cual, el retrovisor central no tendría ninguna utilidad, de modo que se ha prescindido de él.
Hay una placa identificativa
El A110 R no es una edición limitada del Alpine, pero cada unidad lleva, bajo la consola central, una placa de aluminio con la numeración del ejemplar. Esta unidad es la nº 317 salida de la factoría de Dieppe (Francia).
Lleva cosas de Clio
Algunos elementos del interior proceden directamente de modelos más modestos de Renault, como el Clio o el Captur. Es el caso de la llave-tarjeta, de las palancas de la columna de dirección, del módulo de mandos del climatizador o de los plafones de luz del techo. Perdonable, aunque en un coche tan exclusivo queda regulín.
Tiene dos maleteros
Que el motor vaya en posición central habilita un doble maletero. El delantero cubica 96 litros de capacidad y tiene una perfecta forma rectangular, aunque resulta poco profundo. El trasero es de 100 litros. En total, hay 196 litros para el equipaje de dos personas.
285 km/h
Aquí no hay limitación electrónica alguna de velocidad. El A110 R anuncia los 285 km/h de velocidad punta que le permiten la resistencia al aire de su carrocería y los desarrollos de su transmisión Getrag de siete velocidades.
Suspensión de carreras
El Alpine A110 R es 10 mm más bajito que el A110 S, pero además puedes bajarlo otro centímetro adicional mediante el ajuste de los amortiguadores, los cuales son mecánicos, no electrónicos. Eso que implica que, para regularlos, lo cual puedes hacer en altura, compresión y rebote, debes levantar el coche y hacerlo manualmente. Como en un coche de competición…
Fibra de carbono por todos lados
Aletines, faldones, difusor trasero, alerón, cubierta del motor, techo, capó y baquets están fabricados en este caro, ligero, resistente y elitista material.
Hasta en las llantas…
Las llantas también son de fibra de carbono y ahorran 12,5 kg de peso. Están fabricadas por el especialista Duqueine y son de distinto diseño delante y detrás. En cualquier caso no son reparables, así que mucho ojo con dañarlas porque cuestan un dineral.
De hecho, para evitar posibles tragedias, Alpine acaba de sacar la versión A110 R Turini, que se distingue porque lleva unas más tradicionales llantas de aluminio, lo cual además permite abaratar el precio del coche en 6.000 euros.
El Alpine más caro
Lógicamente el A110 R es el Alpine más caro de la gama, con un precio de 114.000 euros a los que habría que sumar 6.920 euros más si lo quieres en este precioso y tan apropiado color Azul Racing Mate (de serie viene en color negro pero hay nada menos que 20 tonalidades alternativas).
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