Ya hemos visto cómo es la Volkswagen ID. Buzz en estático. Sabemos que es bonita (o al menos llamativa), que por dentro es enorme y que presenta algunas deficiencias desde el punto de vista más práctico, como el abuso de elementos táctiles que son un engorro. Dicho lo cual, queda ponerse al volante y ver cómo va.
Esta Volkswagen ID. Buzz tiene un motor eléctrico de 204 CV que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 10,2 segundos, suficiente para el tipo de vehículo del que se trata. Y tiene su velocidad máxima limitada a 145 km/h, anecdótico teniendo en cuenta que nunca podrás ir a esa velocidad si pretendes llegar lejos.
Porque la VW ID. Buzz es obviamente larga, ancha, alta y pesada. Dos toneladas y media, para ser concretos. Todo ello implica que su consumo en carretera es alto, aunque a cambio en ciudad no lo es tanto.
Y es aquí donde yo veo cómo este modelo comienza a perder sentido. A ver, la VW ID. Buzz está inspirada en la VW Tipo 2 de 1949, que también sirvió de iluminación para las sucesivas Volkswagen Multivan, California, Transporter y demás, es decir, todo vehículos concebidos para viajar lejos, muy lejos.
Porque claro, los 77 kWh de capacidad neta de la batería, que en verdad no son pocos, dan para muy poco a la hora de viajar. Si afrontas un viaje a una velocidad digna y sostenida, entendiendo por digna 120 km/h, no queremos que nos adelanten los autobuses, entonces el consumo medio que obtendrás rondará los 25 kWh/100 km dependiendo un poco de la orografía.
Y eso se traduce que a los 250 km, o a las apenas dos horas de trayecto, comenzarás a apretar el culete para encontrar dónde parar a recargar durante un buen ratito para poder avanzar, si acaso, otras dos horas como mucho. Francamente, lo tienes jod*** si pretendes llegar a tu destino invirtiendo un tiempo razonable. Donde esté la furgoneta Volkswagen diésel de toda la vida…
O bueno, la Multivan híbrida enchufable, que esto sí que tiene sentido. Sin embargo, la ID. Buzz, como elemento de transporte cotidiano, sí que parece más lógica. En tu día a día, para ir a trabajar, llevar a los niños al colegio, hacer la compra y cubrir tu ocio no muy lejano, sí que cumple.
En estas situaciones, en las que además la autonomía no es tan crucial, pueden recorrerse hasta 330 km con bastantes garantías. Y los cubrirías con un automóvil muy llamativo y francamente espacioso por dentro. No sé cómo lo ves tú…
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