Probamos a fondo el Dacia Sandero Stepway 0.9 TCe 90

Si uno analiza las ventas de coches, lo primero que verá son las totales, que incluyen las ventas a particulares, empresas, coches de alquiler, etc. Ahí, cada mes vemos que el Seat Ibiza y el León, el Renault Mégane o el Volkswagen Golf se pelean por ser los líderes. Sin embargo, si nos centramos sólo en los particulares, la realidad es bien distinta: el primero, casi desde que empezó la crisis, es el Dacia Sandero, incluyendo la versión que hoy nos ocupa, el Dacia Sandero Stepway.

Sin duda, su bajo precio es el motivo de mayor peso. El Sandero más barato sale por 7.821€ y, a cambio, nos llevamos un coche nuevo, amplio y con un motor de 73 CV que cumple en según qué circunstancias. Además, con sus cinco puertas y 4,08 m de largo, parece algo más que un simple urbano. Y si encima se adquiere con el pintón acabado Stepway de esta prueba, esa sensación de haber hecho una buena compra se acrecienta de manera notable. Pero, ¿qué nos llevamos exactamente a cambio de los 10.530€ que cuesta este Sandero Stepway 0.9 TCe? Para empezar, conviene hacer una puntualización y recomendar la versión Trotamundos, que por 950€ más incluye cosas indispensables en un coche actual como el aire acondicionado. Partiríamos, entonces, de 11.480€.

No pidas más lujos de los que ves

A partir de ahí, poco más tendrás que gastarte, más que nada porque apenas hay opciones. Los Dacia no ofrecen faros de xenón, ni de led, ni llantas de diferentes tamaños, ni otros tipos de tapicería, ni asientos eléctricos, ni climatizador automático, ni control de ángulo muerto…

Esa sencillez de la lista de equipamiento se mantiene en el interior. Todo está realizado con plástico duro, con mandos ya vistos en modelos de Renault de épocas pasadas y sin demasiadas concesiones a un diseño moderno. Es, por tanto, un modelo sencillo, pero si lo superficial te importa poco, el Sandero cumple de sobra porque nada parece que ‘se vaya a caer a cachos’, sólo tiene lo justo y necesario y, además, es de los urbanos más amplios. El aspecto más mejorable es la postura al volante, pues es casi imposible alcanzar una ideal.

Interior: muy simple, pero cumple

El último restyling incluyó leves cambios, con un nuevo volante, la reubicación de los elevalunas -de la consola central a las puertas- y detalles como la plancha de plástico brillante que rodea las salidas de aire. Los acabados son correctos sin más: todo es de plástico duro, y los remates y ajustes no admiten muchas quejas. Sin embargo, hay una clara sensación de estar en un modelo más austero que un Renault Clio o un Seat Ibiza.

Lo bueno es que tanta sencillez y un equipamiento poco tecnológico ayuda a que los mandos sean fáciles de manipular, pues todo está bien agrupado y ubicado. Si acaso, hay que acostumbrarse a la pantalla táctil -opcional junto con el navegador por 436 €-, y aun así no cuesta demasiado.

 

La guantera principal tiene un tamaño correcto, como las de las puertas, pero no está tapizada ni iluminada. Hay un práctico hueco justo delante del cambio y bolsas en los respaldos de los asientos delanteros.

Delante no es fácil dar con la postura ideal de conducción, pues el volante no se ajusta en profundidad y la banqueta queda un tanto elevada; y eso que el asiento y el volante pueden regularse en altura por 61€. Además, el asiento sujeta poco en las curvas, por lo que a veces hay que apoyarse con las rodillas en los laterales.

Detrás es de los urbanos más amplios. Las plazas son de las mejores del segmento, destacando en altura. Por anchura y espacio para las piernas podría ser un compacto, si bien tres adultos no van sobrados de espacio.

El maletero es de los mejores de su clase gracias a sus 320 litros -es raro que un urbano pase de 300 l-. Además, tiene unas formas regulares, un gancho a cada lado y, debajo, queda sitio para llevar una rueda de repuesto de tamaño normal -por 98 euros-.

Un chasis antiguo, pero de calidad

Para hablar del aspecto dinámico, hay que tener en cuenta dos cosas. Primero, que este Sandero está creado sobre la plataforma del Renault Clio aparecido en 1996. ¿Es eso malo? Si recordamos que el chasis de ese Clio servía de base al Clio Renault Sport de 172 CV aparecido en 1999, toda una referencia por comportamiento incluso a día de hoy, no hay peros que ponerle. La otra es el motor, pues este Sandero lleva el mismo 0.9 Turbo de tres cilindros del Clio actual, con la misma caja de cambios de cinco marchas -precisa, pero de tacto algo tosco-.

El resultado, desde el punto de vista del comportamiento, es bastante bueno. Desde luego, la blanda suspensión del Sandero Stepway está lejos de los firmes tarados de aquel Clio RS, pero sus reacciones no son nerviosas ni inesperadas. La carrocería balancea un poco más de lo debido en las curvas, el morro también se hunde más de lo esperado en frenadas fuertes y la dirección pierde precisión cuando vas un poco deprisa, si bien es difícil verse en una situación comprometida que obligue a intervenir al ESP.

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Lo bueno de esta suspensión es que resulta bastante cómoda, incluso circulando por caminos en buen estado, el único lugar donde este Stepway se desenvuelve tan bien como en asfalto. Recordemos que esto no es un todo terreno, ni siquiera un SUV, así que en ese tipo de terrenos es tan poco efectivo como un Clio, con la única ventaja de tener un poco más de altura libre.

La dirección tiene un tacto firme, y eso hace que maniobrando sea un poco más pesada de lo esperado, si bien no supone mayor problema. Su ventaja está en carretera, donde es capaz de ofrecer una buena cantidad de información al conductor. El equipo de frenos emplea discos de 258 mm delante y de tambor detrás. No es ninguna maravilla, pero da un resultado correcto.

Anda bien y no gasta mucho

Y eso que este Sandero no es excesivamente lento, pues los 90 CV que desarrolla su motor 0.9 Turbo de gasolina sólo tienen que ‘tirar’ de 1.115 kilos, algo que le permite ofrecer una digna aceleración de 11,1 segundos en el 0 a 100 km/h. No está nada mal, a pesar de que la respuesta del motor por debajo de 2.200-2.300 rpm podría ser un poco más intensa.

A partir de ahí y hasta las 5.000 rpm, se muestra más contundente, convirtiéndole en un coche bastante agradable para viajar a ritmos legales por carretera. También podría estar mejor insonorizado, e incluso transmitir menos vibraciones, aunque no llega a ser un problema especialmente relevante. Por consumo, este Sandero se mueve normalmente entre los 6,6 y 6,9 l/100 km reales, algo a lo que también le ayuda su contenido peso.

Detalles del Dacia Sandero Stepway

• El depósito de gasolina se abre con llave; la tapa exterior funciona con el cierre centralizado.
• El escape trasero aporta un toque deportivo, mientras que el pequeño difusor tiene una función meramente estética. Ambos elementos son de serie.
• La cerradura del portón es otra muestra más de la sencillez de construcción del Dacia. No puede llevar acceso manos libres.
• El capó delantero se sujeta con un amortiguador en vez de con la clásica varilla; no es nada habitual en este segmento.
• El gato y las herramientas para cambiar la rueda de repuesto -por 98€; de serie lleva kit reparapinchazos- van en los laterales de maletero; esto permite aprovechar un hueco que, de otra forma, no sería muy práctico.
• Los retrovisores tienen reglaje manual desde el interior; manipular el del copiloto es un tanto engorroso.
• Los asientos delanteros llevan una tapicería específica y resultan bastante cómodos, aunque demasiado blandos. En los laterales incluyen unos prácticos bolsillos.
• Un bóton ubicado a la izquierda del volante permite conectar el modo Eco para consumir menos; con él activado, la respuesta del acelerador se vuelve demasiado pobre. Junto al cambio hay otro botón para desactivar el Stop&Start.
• La instrumentación tiene un diseño sencillo y se consulta con claridad; no puede llevar ordenador de a bordo ni en opción.
• La pantalla central incluye pocos menús y es bastante intuitiva; hay una ranura USB.
• La guantera principal tiene un tamaño correcto y no está forrada; al fondo, se encuentra la toma de diagnosis OBD.
• El cinturón trasero de la plaza central va en el techo; ponérselo no es muy intuitivo.

El veredicto

Siempre lo hemos dicho: los Dacia son modelos muy honestos, porque te dan justo lo que estás pagando. Y, si quieres un coche nuevo a toda costa, no está del todo mal, siempre que cumpla con tus necesidades. Eso sí, debes tener en cuenta que, por poco más dinero, puedes tener un modelo también nuevo y más moderno y completo. O, también, buscar en el mercado de segunda mano, pues hay vehículos con muy poco tiempo y kilómetros por un precio parecido.

Ficha técnica del Dacia Sandero Stepway 0.9 TCe 90